No solamente de Natalie Portman viven las fiestas en Canne aunque ella siempre merezca mención, y post aparte. La fiesta a la que acudía ayer por la noche en Port Canto y cuyos anfitriones eran los diseñadores italianos Dolce & Gabbana, estuvo plagada de otras estrellas del firmamento cinematográfico y del panorama celebridad.
Otra cosa no, pero la sensualidad de las creaciones de Domenico y Stefano es normalmente la más buscada entre las modelos, cantantes, y actrices, ellos saben mejor que nadie explotar el lado femenino y poner en evidencia las curvas, a veces incluso, con exceso de erotismo. Y es que sus corsés y sus faldas tubo son marca de la casa, esa casa que parece que rinde un constante homenaje a la mamma más sexy de Italia, la gran Sofia Loren, el prototipo de mujer mujer.
Entre las incondicionales de la firma y asistentes al evento encontramos a la modela checa Petra Nemcova, sobra decir que estaba guapísima con su minivestido dorado, a una mejorada Lindsay Lohan, muy favorecida en tonos verdes y extremadamente corta, a una lesionada Rose McGowan, a la que ya vimos vestida por los italianos en la gala Amfar, y a una siempre monísima Kate Hudson, de blanco impoluto.
Pero la que causó furor, como casi siempre, fue, aparte de Natalie, Dita Von Teese. Espectacular y extremada, enfundada en un dos piezas lencero al más puro estilo pin up y con unas joyas y un bolso, joya también, que llamaron poderosamente la atención.
Vía | superficialdiva