La industria de la moda se está transformando para seguir el imparable ritmo de la innovación tecnológica y de la comunicación global. Si así ha sido durante los pasados diez años, el futuro próximo también se presenta emocionante ¿cuáles serán los principales retos de la moda para los próximos años? Hemos hablado con varios expertos que nos adelantan los importantes cambios que veremos en el futuro.
Ellos son Victoria De Pereda, Directora del departamento de Sostenibilidad y de los Masters of Design and Innovation del IED Madrid, Ramón Maurel, Director del Curso de Postgrado de Tecnología e Innovación Textil en IED Madrid, y Marisa Santamaría, Directora de la Unidad Internacional de Tendencias de IED Madrid.
La moda ha perdido su identidad tras un siglo de abuso ecológico y exceso de consumo, Li Edelkoort, manifiesto anti-fashion
La renovación pasa necesariamente por la formación de calidad de las próximas generaciones de profesionales y la optimización de los recursos humanos, el desarrollo de producto, la tecnología y la sostenibilidad en las empresas.
Marisa afirma que, "desde las investigaciones de la Unidad de Tendencias Internacionales del IED Madrid, detectamos que hay que rediseñar la mayoría de los procesos de la moda. Asistimos a la transformación de todos los cimientos conocidos".
Marisa Santamaría con gafas de autoproducción sostenible en madera Malababa +Nina Mûr
Foto: Davide Fichera
La moda sostenible como necesidad
El movimiento eco comienza a integrarse en el día a día del consumidor de moda, que se preocupa cada vez más por conocer el origen y la trazabilidad de los productos que adquiere, así como por la ética en los procesos de producción, y por el bienestar animal. Surgen nuevas marcas, también nuevos proyectos dentro de marcas ya conocidas, novedades en materiales e incluso aplicaciones móviles para acercar aún más la moda sostenible y ética al consumidor.
Ecoembes organiza anualmente un certamen para promover el reciclaje de los envases, a través de unas jornadas de moda de prendas confeccionadas con al menos un 80% con tejidos fabricados a partir de materiales reciclados. Este año la vencedora en la categoría de moda ha sido la diseñadora María Clé Leal, demostrando que lo reciclado puede ser bonito además de eco.
Según Victoria: "la industria de la moda está tomando conciencia y dando pasos para acometer cambios sustanciales. La moda es un fenómeno social de enorme impacto y el respeto a la sociedad, en su diversidad, tanto a la hora de producir como en nuestro modo de consumir, es clave, si lo que se pretende es garantizar la sostenibilidad de este sector."
Una manera de reducir el impacto ecológico de la moda que consumimos se puede realizar mediante "La sustitución de fibras sintéticas por fibras naturales como las celulósicas de Spinnova Ltd a través de una tecnología única para convertir las fibras de madera directamente en el hilo, sin procesos químicos complejos, y que nos permite durante la fabricación consumir 99% menos agua y 80% menos energía que el algodón", nos cuenta Victoria.
No hay límite para la innovación en textiles
Gracias a los avances tecnológicos, los materiales de prendas de vestir, zapatos o complementos son cada vez más resistentes e innovadores, adaptados a las necesidades individuales de cada consumidor. La integración de la tecnología en las prendas a través de wearables y las aplicaciones de los tejidos tecnológicos han probado que es un campo que despierta nuestra imaginación.
Avanzando en la sostenibilidad, algunos de los textiles sobre los que se está investigando están realizados con fibras procedente del bambú, caseína de la leche y hasta con los desperdicios cítricos, muy parecidos a la seda, nos explica Victoria. Existen también pieles sintéticas de fibras vegetales como Piñatex, producida a partir de las hojas de la piña, de la de gran resistencia y flexibilidad y con acabados muy similares a los de la piel tradicional.
Los tejidos más técnicos como los “Smart textiles”, disponen de circuitos integrados que nos permiten desde regular la temperatura a monitorizar nuestra salud; o los más experimentales con hilos conductores recubiertos con nanotubos de carbono que permitirán crear tejidos sensitivos.
Algunos ejemplos interesantes de lo que están haciendo empresas de moda española son el caso del acabado de prendas vaqueras con tecnología láser (donde una empresa española, Jeanalogía, es líder mundial) permite la personalización del producto, al mismo que tiempo que reduce el impacto medioambiental frente a las técnicas tradicionales de lavado o acabado.
Un ejemplo real de éxito es la firma española Sepiia (www.sepiia.com) que fabrica camisas que repelen las manchas, no necesitan plancha, con tejido transpirable y que neutraliza los malos olores, a precios totalmente competitivos frente a prendas que no aportan este tipo de funcionalidades.
Y por supuesto, tampoco podemos olvidar las aplicaciones de las impresoras 3D a la moda, impulsando la creatividad de muchos diseñadores.
La realidad aumentada llega a la moda
La integración de la tecnología en la moda hace que se aumenten las posibilidades y funcionalidades, tanto para las marcas como para los consumidores. Desde aplicaciones móviles conectadas a prendas, hasta la compra a través de realidad aumentada o por reconocimiento de imágenes, el objetivo final es ofrecer un plus a los consumidores y acercar aún más las marcas a su día a día.
Estamos empezando a ver los primeros proyectos de realidad virtual y realidad aumentada aplicados a la moda, en sesiones fotográficas, en pasarela y en las tiendas. La primera tienda de realidad virtual es un proyecto realizado por eBay y Myer que nos permita ya soñar con el futuro.
Colaboraciones entre empresas
No solo veremos colaboraciones entre empresas de moda, sino también marcas de moda tradicionales asociadas a empresas tecnológicas y digitales, uniendo sus fuerzas para poder competir mejor en un contexto que cambia y avanza a gran velocidad y ofreciendo soluciones novedosas y muy divertidas. Las ideas innovadores se multiplican al unir grandes empresas multidisciplinares, como en la colaboración entre Stella McCartney y la empresa de biotecnología Bolt Threads para crear un tejido eco que imita a la seda.
Compra híbrida
¿Hasta qué punto podemos introducir la tecnología y lo digital en el punto de venta? Las marcas buscan conocer en mayor profundidad a sus consumidores, su intención es eliminar la barrera entre lo digital y lo físico, y personalizar lo máximo posible la experiencia de compra. La integración online y offline (o las compras omnicanal) es el presente, y las tiendas híbridas como la de Burberry en Londres son la apuesta por conseguir ofrecer a los consumidores la máxima facilidad, rapidez y conveniencia en los procesos de compra.
Ritmo de vértigo
La reducción del time to market, como apunta Ramón, es algo primordial para el cliente. El tiempo necesario desde la concepción de la idea hasta la venta cada vez se acorta más, debido a la mayor demanda del consumidor.
Se camina de manera imparable hacia una mayor rapidez en la producción, en el tiempo de compra, en los envíos y en las devoluciones.
La aplicación del software de patronaje, emulación de tejidos, visualización de prendas, prototipado rápido, espejos interactivos en probadores, RFID, .... hacen que la cadena de suministro sea más rápida y en tiempo real, combinado con el Big Data, permita tomar decisiones más rápidas y acertadas.
Además, Amazon ya abrió la puerta a que los clientes puedan comprar, probárselo en casa y después, pagar. Un desafío para el e-commerce con el que el pequeño comercio lo tiene cada día más complicado para competir. Sin embargo, "las compras en una ciudad o en un espacio determinado, son también una forma de relacionarse socialmente, un encuentro de personas que no va a desaparecer, aunque las experiencias de compra van a cambiar mucho dentro de las tiendas y centros comerciales", explica Marisa. "Facilitar el acercamiento de un producto a su cliente mejora la intención de compra, aquella advertencia de algunas tiendas de “no tocar”, siempre ha sido un error".
Apreciación de marca
Atraer clientes en un mercado saturado de competidores globales es el verdadero desafío. El cliente cada vez tiene más opciones dentro de los mismos nichos de mercado, desde las prendas low-cost al lujo. "Por ello, el reto es diferenciarse y fidelizar clientes a través de toda la experiencia de compra. El diseño, por sí mismo, ya no es el factor único en la diferenciación de la prendas, se necesita “algo más” para captar ese cliente", nos explica Ramón.
Una opción puede ser diferenciarse a través del story-telling. La importancia de la ética y la estética. Las prendas que vestimos son algo más que prendas. Son la historia de las personas que las elaboran y cada vez más, el cliente final desea conocer la historia que hay detrás de las prendas que lleva.
Otras maneras de diferenciarse, conseguir mayor visibilidad, apreciación de marca y lograr la distinción pueden ser ofrecer una trazabilidad completa, mayor transparencia, "la sostenibilidad activa, las nuevas tecnologías, el valor de la artesanía, los nuevos procesos comerciales – innovación en el “e-commerce”- y nuevas fórmulas de comunicación en redes y el análisis constante de tendencias en todo el mundo y en todos los ámbitos", apunta Marisa.
Fuente | ICEMD, El Instituto de la Economía Digital de ESIC Business & Marketing School, investigación en colaboración con Coolhunting Group, Ziran, agencia de comunicación estratégica.
Fotos | Desfile de María Clé para Ecoembes, Davide Fichera
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