Podría tratarse de una película de suspense, acción y aventuras pero a veces la vida misma supera a la ficción. Y es que el diseñador Marc Jacobs no está pasando por uno de sus mejores momentos (laboralmente hablando): su colección Primavera-Verano 2012 ha sido robada. Desaparecida. Ni rastro de ella. Lo último que sabemos es que viajaba de Paris a Londres. Y para de contar. Es más, si todavía siguiera el programa ‘Quién sabe donde‘ Marc se presentaría y pediría ayuda a los telespectadores.
Al más puro estilo hollywoodiense, la Interpol ya ha tomado cartas en el asunto ya que cree que detrás de todo esto se esconde una mafia de falsificación o un boicot hacia el propio modisto. Éste ya ha declarado desde su cuenta de Twitter que quién vea alguna de sus prendas haga una fotografía y llame a un número de teléfono. Se ofrece recompensa. Pero yo me pregunto, ¿quién quiere falsificar una falda de plástico como si de celofán se tratara?
No es la primera vez que un modisto sufre un robo de este tipo: en 2007 se robó una semana antes de ser presentada en pasarela la colección de Christopher Kane y en 2009 la de Victoria Beckham. A la espera seguimos de esclarecer el caso. Seguiremos en ello querido Watson…
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