La pescadilla que se muerde la cola de la oferta y la demanda, el hiperconsumo y nuestra parte de responsabilidad
Este verano le comenté a un chico que no creía en el modelo de negocio de Shein y que solo hay una compra que hago en el gigante chino. Él tuvo a bien mofarse de mi decisión, algo que va de la mano de intentar consumir menos moda rápida, apostar por la segunda mano y por prendas y complementos de calidad y de marcas locales.
Sin embargo, a pesar de sus soberbias carcajadas, yo sigo en mis trece y cada vez estoy más segura de mi decisión. Hace unas semanas ya te conté la polémica sobre los tóxicos que se habían encontrado en algunos de los productos que comercializa la cadena y ahora vengo a decirte que también están poniendo en peligro el comercio circular de la segunda mano. O mejor dicho lo estamos haciendo nosotras. O quizás las dos partes, porque se trata de la oferta y la demanda, la pescadilla que se muerde la cola.
¿Pero cómo afecta el modelo de negocio de moda ultrarrápida de Shein a este mercado que, en principio, no tiene nada que ver? Pues en el medio holandés Het Nieuwsblad se han hecho eco de ello hablando con diferentes profesionales para enfocarlo.
Al parecer, el Grupo Delta, una organización de tiendas de segunda mano ubicadas en la región occidental de Flandes ha detectado que reciben cada día unos 9000 kilos de ropa, una cantidad desmesurada que no para de crecer conforme lo hacen también las ventas tanto de Shein como Temu.
¿Y qué es lo que sucede con esto? Pues que todas estas prendas son de tal mala calidad que ni siquiera pueden destinarse a donde lo hacen de forma usual, sino que han de enviarlas a un outlet que vende por kilos y donde prácticamente se regala todo, por lo que ni siquiera pueden sacarle rentabilidad a su labor. "Nos cuesta casi lo mismo que pedir la misma pieza nueva online. Por eso a los clientes les interesa poco o nada. Además, la calidad de la ropa y los medios de producción de esta, más que cuestionables, van en contra de la filosofía de la tienda de segunda mano", ha comentado para el medio neerlandés la dueña de uno de estos comercios, Liselotte Casteur.
No obstante, debido al compromiso que este tipo de negocios tiene con el medio ambiente, que forma parte de su forma de ver la moda, no consideran deshacerse de todo el cargamento que llega, de ahí que la conclusión a la que hayan llegado sea la de destinar esas prendas y complementos a las tiendas outlet de venta al peso.
Y en cualquier caso, debido a la mala calidad de los materiales usados en la confección de la ropa y accesorios, muchas veces ni siquiera pasan los estándares mínimos que necesitan para poder venderse de nuevo, pero tampoco merece la pena invertir en su reparación precisamente por lo mismo o por el precio que tiene comprar uno nuevo. Lo dicho, la pescadilla que se muerde la cola.
“Lo que hace Shein es tan disruptivo que pone patas arriba toda la cadena”, dice la directora académica del Master Internacional en Gestión de la Moda de la Antwerp Management School, la profesora Annick Schramme. “Mientras los pioneros de la moda rápida –H&M, Zara…– están dando pasos para hacer su marca más sostenible, Shein queda completamente fuera. Incluso se beneficia de ello", ha aclarado la experta para Het Nieuwsblad.
"Están en camino nuevas regulaciones que requerirán que los fabricantes también recojan lo que sacan a la venta al mercado para reciclarlo cuando sea necesario. Todas las empresas activas en Europa deberán cumplir con esto, pero la pregunta es su seremos capaces de controlar al gigante asiático con ello. ¿La respuesta? Que gran parte de la responsabilidad reside en el consumidor", concluye Schramme, algo con lo que empezaba el artículo.
Sin embargo, entran muchos factores en juego: desde esa inmediatez con la que disfrutamos, en el caso de que siquiera lo hagamos, de todo; la forma de consumo, o de hiperconsumo, potenciada además por la presencia que tienen las redes sociales en nuestra vida; o el mercado de las falsificaciones, algo que también está en auge debido a esa vida aspiracional que muchas veces se nos presenta de forma sencilla, y errónea, como accesible, algo que nos hace vivir de manera poco realista y que logra que la manida frase de "estamos viviendo por encima de nuestras posibilidades", pronunciada por primera vez por el expolítico franquista y luego de la transición Villar Mir, vuelva a estar tristemente en boga, confundiendo y culpando a la vez a la clase trabajadora de sus dificultades económicas.
Fotos | Chloe Evans en Unsplash, captura de pantalla de la cuenta de IG de Vestiaire Collective y captura de pantalla de la cuenta de IG de Humana
En Trendencias | Cómo funciona Vestiaire Collective, trucos para sacarle todo el partido y qué opinan los que lo han probado
En Trendencias | Todo sobre el bulldog francés: 18 fotos amorosas, características, curiosidades y origen.
Ver todos los comentarios en https://www.trendencias.com
VER 0 Comentario