El dress code de las bodas siempre ha sido un tema que ha causado a los invitados muchos quebraderos de cabeza. Hoy en día, que hay infinitas posibilidades en cuanto a oferta de marcas y a lo que demande o indique cada pareja todavía surgen más dudas, por ello me he propuesto darte algunos consejos para acertar siempre, ya que el código de vestimenta muchas veces no solo implica la etiqueta, sino que depende también de otras cuestiones como la cercanía que tengas con los novios.
Cómo vestir para una boda de mañana
Lo primero que te voy a decir, y esto aplica a cada uno de los apartados, es que cuando más guapa te vas a sentir es cuando estés cómoda y te sientas identificada con lo que lleves puesto, por eso poco importa incluso en el caso de las novias que su vestido sea uno de estos de ASOS que uno de nuestros favoritos de la última colección de Pronovias que la firma acaba de presentar en la Bridal Week de Barcelona. Dicho esto, voy a lo que nos atañe en este punto.
Las bodas de día, dependiendo de las necesidades de los novios o de la iglesia en el caso de ceremonias religiosas, suelen comenzar entre las 11h30 y las 13h30. Mi consejo como wedding planner, porque una además de escribir tiene su agencia de comunicación y organización de eventos, es que la emplaces entre las 12h-12h30 como muy tarde siempre y cuando sea posible para evitar que el banquete termine demasiado tarde.
Para este tipo de bodas se suele optar por vestidos de largo midi, que corresponden a la etiqueta cóctel. Sin embargo, cada vez son más las invitadas que se animan a lucir diseños más cortos, lo que a mí si se trata de un modelo que destaca mediante juegos de volúmenes, apliques, asimetrías y demás detalles de ese tipo me parece también acertado (ojo con querer tener todas las tendencias y todas las posibilidades en una opción así, porque puede haber demasiada información).
Las lentejuelas
En este caso los convencionalismos dictan que los tejidos de lentejuelas queden reservados para las bodas de tarde y noche, pero pienso que si se combinan de forma equilibrada pueden ser una buena opción para una celebración de día. Imagino una falda de paillettes con una camisa blanca y puede quedar algo de lo más chic con un look de belleza y unos complementos cuidados. ¿Que si estoy pensando en uno de las apariciones más elegantes de Zendaya cuando aún era imagen de Valentino? Evidentemente. Eso sí, ella iba de largo.
El rojo: o lo amas o lo odias
Con un color tan potente como este siempre ha habido división de opiniones. No recuerdo una boda a la que haya asistido como profesional o invitada en la que no haya habido una asistente luciendo este color a pesar de que durante años haya sido vetado de forma más o menos estricta.
No obstante, ya eso quedó atrás, así que a menos que la pareja te lo pida de forma explícita, si te apetece llevarlo en el día B, adelante, y si necesitas inspiración, por aquí tienes nuestra selección de 17 vestidos rojos para ir de boda.
El negro: elegancia a cualquier hora
¿Sabes que el blanco comenzó a ser escogido por las novias durante el siglo XIX? Todo comenzó después de la boda de la reina Victoria de Inglaterra en 1840, ella fue el referente que hizo que su uso, uno de los colores en tendencia de esta primavera-verano 2023, se extendiera para pasar por el altar.
Durante años muchas mujeres se dieron el “sí, quiero” vestidas de negro y por ejemplo en España durante la dictadura si se casaba y era madre previamente solía ser el color que podía o tendía a llevar al estar el blanco asociado a una supuesta pureza en este contexto.
Para invitadas ya te contamos cómo llevar un vestido negro a una boda de día. Dependiendo de la cultura en la que estemos educados los colores se asocian a unas cosas u otras y aquí lo tenemos vinculado a la muerte. Sin embargo, en moda el negro es un color recurrente cada temporada, forma parte de cualquier armario cápsula y es de lo más elegante, por lo que claro, nosotros te decimos que sí a hacer acto de presencia luciéndolo tanto en bodas de día como de noche. Eso sí, si es de mañana, te recomiendo combinarlo con complementos y looks de belleza que aporten luz.
Cómo vestir para una boda de tarde o noche
Voy a empezar aquí por los complementos: en este tipo de bodas fuera pamelas y tocados. A ver, si te hace mucha ilusión, pues bueno, pero es lo menos protocolario del mundo y además desentona. Por otra parte, en las propias bodas de día están desapareciendo este tipo de accesorios, o mejor dicho evolucionando a piezas más finas y más de estilo joyería.
En cuanto a la prenda principal, los vestidos deben ser largos, pero seamos sinceras, la mayoría, a menos que se trate de una demanda especial de los novios o nuestra relación sea muy, muy cercana, optamos por vestido de nuevo de largo midi o tipo cóctel.
La noche es perfecta para optar por looks más arriesgados y jugar con complementos diferentes y tejidos ricos. Este año como vimos en las tendencias en vestido para la primavera-verano 2023, las flores en forma de aplique son lo más.
Si ir de largo pero tienes miedo a que sea algo que uses únicamente esa vez, escoge uno más sencillo que puedas elevar mediante complementos, como por ejemplo joyería dorada maximalista, de moda de nuevo gracias a las apuestas de alta costura de casas como Schiaparelli, y llevar por ello incluso para salir a tomar algo. Hoy en día tener un armario a lleno a base de prendas versátiles es lo más.
Antes de cerrar, quiero asegurarme de una cosa: si estás dudando sobre si ese vestido es demasiado blanco como para que se te confunda con la novia la respuesta es que sí, lo es. Si te lo cuestionas es por algo, así que evita llevarlo en cualquiera de sus derivados.
Fotos | @victoria.coleccion
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