Es habitual comentar la presión que sufrimos las mujeres por culpa del supuesto reloj biológico y las convenciones sociales. Antes de que la relación de Tamara Falcó e Íñigo Onieva saliese a la luz, cuando ella aún se encontraba en sus treinta, los medios ponían en entredicho su vida personal en este sentido, ya que no se le conocía pareja estable y los años iban pasando. Suponemos que cuando casi decidió ser monja las redacciones se estarían peleando por titular algo relacionado con lo de vestir santos.
No obstante, la celebrity finalmente se ha casado, ¡y qué de tinta hemos gastado y estamos aún haciéndolo por ello! La serigrafía de la letra T de este teclado ya casi ni está ni se la espera. Como era previsible, tras pasar por el altar a pesar de todos los obstáculos que han surgido por el camino, desde las lamentables condiciones de su palacio, El Rincón, donde se celebró el evento, hasta la ruptura de su contrato con Sophie et Voilà, la firma bilbaína que iba a vestirla de novia, o la más que sonada infidelidad del que ya es su marido, la siguiente noticia sobre su vida ha sido sobre sus planes para ser madre y mira, nosotras no podemos más. ¡Ni siquiera ha vuelto de la luna de miel! Por eso preferimos quedarnos con la parte más agradable de lo último que ha acontecido y hoy venimos a hablar de moda nupcial.
La novia más esperada del año, o de eso nos han/hemos convencido, vistió en su gran día de Carolina Herrera, una casa con la que tanto ella como su madre tienen una vinculación especial. En concreto, lució dos diseños, uno primero mucho más clásico y que no terminó de convencer a todo el mundo (algo absurdo puesto que a la única que tiene que hacerlo es a la novia) y uno segundo donde a nuestro parecer se reflejaba de forma más palpable el maravilloso trabajo creativo que está haciendo Wes Gordon a cargo de la casa neoyorquina.
El modelo que lució Tamara fue una adaptación de esta propuesta que formó parte de la colección Resort Off Season de 2022. Como comentamos en el post sobre las sandalias made in Spain que llevó Tamara Falcó en su boda con este vestido, ella sustituyó el blanco y negro de los tejidos por el color nude, que lo invadió todo en su segundo look.
Puede que como a nosotras, este vestido te haya robado el corazón, pero como no queremos que haga lo mismo con la cartera, te dejamos por aquí algunas opciones que siguen esta misma línea, puesto que están confeccionadas en tul y encaje, lo que siempre aporta ese toque romántico con el que cuenta el diseño original, y que probablemente sean más económicas que esta apuesta de Carolina Herrera.
Pronovias
Vestido Yiya de Marchesa para Pronovias en tul y organza con una falda con mucho volumen regada de pétalos y escote en pico en el pecho y a la espalda.
El escote palabra de honor, con forma de corazón en este caso, se encuentra entre las tendencias en vestidos de esta primavera-verano 2023 y también forma parte del ADN del modelo Lizette de Pronovias.
Se trata de un diseño confeccionado en tul vaporoso y de efecto envolvente gracias a su drapeado con apliques florales 3D y pedrería.
El vestido Rhapsody es de corte sirena pero sus inserciones tipo godet aportan volumen al diseño creando un trampantojo de siluetas. Es de tirantas y tiene escote en pico en el pecho y a la espalda además de apliques florales, una tendencia que vimos en Nicole Kidman en la pasada gala de los Oscars, donde se coronó como la mejor vestida.
Este vestido está bautizado como uno de los bolsos más icónicos de Louis Vuitton: Capucine. Si unimos sus particularidades a las del modelo Shanice, el de la siguiente foto, tenemos como resultado el diseño que Tamara Falcó lució en su fiesta de 40 cumpleaños.
Pétalos y pétalos cosidos a mano en degradado de tamaño para crear una propuesta de lo más romántica.
Y he aquí el modelo Shanice, del que nos enamoramos la temporada pasada en su versión de invitada en rosa. Metros y metros de tul para conseguir un vestido con un toque extra pero también con un punto sexy gracias al corpiño, cuyo talle desciende hasta la cadera, un corte que también hemos visto en diferentes propuestas de pasarela de cara a este año.
Rosa Clará
¿Quién dijo que las novias solo podían ir de blanco o de alguno de sus tonos? El diseño Clovis tiene un estampado floral en tonos lilas, uno de los colores en tendencia de esta primavera-verano 2023, que nos recuerda a algunas propuestas de Monique L'huillier.
Está confeccionado en organza, es corte princesa, tiene un corpiño con tablas horizontales y, ¡ojo!, ¡cuenta con bolsillos! ¿Dónde hay que firmar?
¿Que Carrie Bradshaw se podía haber casado con el vestido Celony de Rosa Clará? ¡Evidentemente! A nadie le sienta tan bien una falda de tul como a ella. Es de largo midi, el cuerpo está confeccionado en crepe y cuenta con mangas abullonadas extraíbles.
El vestido Epic debe de llamarse así porque lo tiene todo: tul, encaje y pedrería, algo que solo podría dar como resultado una fantasía como esta en la que inexplicablemente todo cabe y encaja resultando incluso delicado.
Jesús Peiró
Jesús Peiró acaba de celebrar su 35 aniversario y al igual que lo hicieron Pronovias, Rosa Clará o Sophie et Voilà, participó en la última edición de la Bridal Week de Barcelona.
Sus diseños se suelen caracterizar por líneas limpias y volúmenes además de por el juego de tejido más que por el uso de pedrería o encajes más clásicos. Este modelo, el 2417, es un buen ejemplo de ello, ya que aúna el punto romántico del tul con una parte superior sencillísima de escote halter.
Por último, y aunque vaya por otros derroteros, no nos hemos podido resistir a incluir el diseño 2467 con falda de tul asimétrica con volantes y cuerpo de lentejuelas.
Fotos |Vollsch x Midjourney , Pronovias et al., Rosa Clará et al. y Jesús Peiró et al.
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