La nueva joven promesa de la moda española tiene nombre propio y nosotros la entrevistamos, así es Isabel Nuñez

Acaba de presentar su última colección en la pasarela alternativa madrileña y ha sido, sin duda, la mejor. Su delicadeza a la hora de crear y su imaginación crean patrones y diseños sensacionales para unas clientas finales muy variadas. Isabel Nuñez toca el éxito gracias a su firma Inuñez, donde las novias e invitadas son siempre bien recibidas. La joven madrileña nos abre las puertas de su atelier horas antes del desfile para que descubramos un poco más de ella.

Nada más abrir la puerta de su taller me encuentro con una chica muy joven y es que Isabel tiene tan solo 25 años, con un look muy sobrio pero con toques de estilo que evidencian que es diseñadora. Mezcla unas deportivas con un pantalón pitillo y capri y una blazer de sastrería. A pesar de que se muestra tranquila se siente que el ritmo del taller es imparable, este ratito conmigo es algo extra y por eso tengo que aprovecharlo.

"Tengo raíces gallegas pero nací en Madrid". Aclarar la procedencia de las personas en las entrevistas es vital, por eso mi primera pregunta nos lleva hacia sus orígenes que como bien concreta ella tienen lugar en la capital del país. Muchos pensábamos que era gallega pero de las tierras del norte sólo le une la familia y, casi más importante, su futuro marido. En Galicia también tiene taller por lo que ella misma afirma: "Soy gallega de sentimiento".

Y con este paseo turístico nos adentramos en los comienzos de su carrera profesional. Como casi todos los padres le "obligaron" a que su sueño de ser diseñadora comenzara estudiando, por eso se decantó por Esne, la única escuela homologada del momento. Pero sus jornadas laborales de la mano de grandes diseñadores comenzaron pronto. Estuvo de becaria con Alma Aguilar casi tres años, unas tres semanas con la excéntrica Agatha Ruiz de la Prada y más tarde colaboró con Juan Duyos en sus desfiles en la ansiada Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.

Decidió arriesgar y apostar por su proyecto personal cuando compaginaba su trabajo de oficina por las mañanas con el de atelier por las tardes. Llegó ese momento en el que la saturación hace que tomes una decisión y parece que Isabel tomó el camino correcto, hoy está desfilando en solitario y con una demanda de citas digna de cualquier monseñor de la moda.

"Especiales" así define la propia Isabel el conjunto de sus diseños, intenta buscar la armonía en cada uno de ellos pero siempre introduciendo novedades y elementos diferenciadores. Su primer vestido fue de novia, quizás la clave de su éxito, para una conocida de una amiga suya (algo muy típico en los comienzos) pero que, sin embargo, hoy siguen pidiendo sus clientas actuales. Después de ese vestido creó 40 al año siguiente hasta los más de 200 que crea hoy en día, ¡para quitarse el sombrero!

Adora el crepe de seda por su versatilidad y peso, sin duda su tejido fetiche. "Me gustan las telas que tengan vida, el movimiento en ella es lo que más me puede gustar". Incorporó la seda rústica en delicados vestidos de novia y, en cambio, prefiere trabajar el patrón antes que las aplicaciones. Es apasionada de la moda y por eso le gusta tanto crear para las novias pero también para las invitadas. Crea para todo tipo de chicas y adora escuchar los gustos de ella, al final es la dueña del vestido.

Le pido soñar un poco, "Si tuviera que elegir desfilar en alguna ciudad del mundo elegiría, sin duda, París" y aunque le gustaría compartir calendario con casas como Chanel o Dior sin embargo no es muy seguidora de las celebrities. Le cuesta decirme un nombre cuando le pregunto a quién le gustaría ver con sus diseños por difícil que fuera, aunque al final me confiesa que el estilo de Laura Ponte le resulta interesante.

Ayer presentó una colección sublime donde el estilo japonés se mezclaba con la frescura de la aves, prendas con detalles bordados delicadas y maravillosas. Seguro que empezaréis a ver muchos de sus diseños y también escucharéis su nombre, yo estoy seguro que su carrera será muy larga.

Fotos | Elena Bau Fotografía
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