Tom Ford regresa a los 90 más escandalosos: los del print animal, las lentejuelas, y los colores chillones. Lo hace con toda la clase de Tom Ford, con minivestidos, monos ajustados y leggings con brillo que resultan atrevidos e insultantemente sexys. Una revisión de lo que en su momento desechamos por hortera y que ahora vuelve a tener estilo. Aún así, el exceso de color y estampados es apabullante.
El traje se lleva en versión slim, con hombreras marcadas, y los chaquetones oversize se lucen encima de leggings con print. Plumíferos y chaquetones de pelo sirven de abrigo a los looks de una noche de fiesta y desenfreno.
Los estilismos más sofisticados vienen de la mano del negro y del plata, con una Kaia Gerber que se ha convertido en musa de todos los diseñadores, sea cual sea su estilo.
Fotos | The Impression
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