La boda de mi mejor amiga, La boda de Muriel, Guerra de Novias, El invitado a la boda, La boda de mi novia, Mi gran boda griega, Cuatro bodas y un funeral... Pensábamos que el universo de las bodas no daba para más, pero hoy llega a las salas de cine españolas C'est la vie, la comedia francesa que ha arrasado en taquilla con más de tres millones de espectadores, y que consigue darle una vuelta de tuerca más a un tema que pensábamos que ya estaba más que visto.
¿Qué puede salir mal en una boda? Pues prácticamente todo. Y más si lo que queremos es hacer que el público se parta de risa con una comedia perfectamente ejecutada, siguiendo una coreografía clásica y con una batería de personajes en la que no falta nadie: ni el fotógrafo roba-canapés ni la suegra toca-narices. Y precisamente desde esta premisa nace la comedia francesa C'est la vie: de una boda que, a pesar de estar planeada al milímetro, todo comienza a desmoronarse.
Los responsables son Olivier Nakache y Éric Toledano, las dos figuras también responsables de otro de los grandes éxitos del cine francés de los últimos años, Intocable. Con esta película han pretendido hacer una fotografía de la sociedad francesa dentro de un micro-universo, el de una boda que transcurre durante un día. Pero lo curioso aquí es que los auténticos protagonistas no son los usuales sino los cocineros, camareros, organizadores... que preparan la boda. Otro punto de vista de la historia.
En C'est la vie conocemos a Max, que durante años ha sido responsable de organizar cientos de bodas y que está a punto de organizar una de lujo en un Chateau francés. Para ello ha coordinado todo para que no quede ningún detalle al azar: flores, fotógrafos, animadores, camareros... Pero al caos nadie le puede detener y puede conseguir que todos los planes fracasen.
Foto|C'est la vie
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