Todo empieza un día normal, en que te planteas hacerte un tatuaje. ¿Por qué no? Son tendencia, hace ya años. Tienes un diseño en mente. No puede doler tanto como dicen. Y te decides. Lo haces. Y te encanta. Puede que la cosa quede ahí. O puede que hayas despertado a la bestia. A esa bestia del enganche a los tatuajes que algunos llevamos dormida dentro. Y no habrá pruebas científicas que prueben que es una adicción real, pero seguro que nos entiendes, si eres de las que se ha enganchado y te suenan todas estas situaciones:
El primero te lo piensas mucho. Muchísimo. Hasta que lo encuentras. Es él. Lo tenemos.
Después de ese... ya te lo piensas menos. Mucho menos.
Hasta que llega el día en que ya te da todo igual. Cualquier cosa susceptible de ser tatuada acaba sobre tu piel.
Ves la vida en forma de tatuaje. ¿Que haces un viaje y te enamoras del lugar? Coordenadas al brazo.
(Y si las coordenadas no te convencen, aquí tienes más ideas de tatuajes viajeros).
¿Que llevas meses tarareando tu temazo favorito? Partitura a la espalda
¿Que el libro que acabas de leer te ha marcado? Cita al tobillo
(Si te hemos despertado el gusanillo de los tatuajes literarios, puedes encontrar aquí la inspiración).
¿Estás pasando un mal momento? ¡Cita motivadora!
(Tenemos muchas más: aquí).
Y, por supuesto, nada te hace más ilusión que un tatuaje en compañía que te una a alguien para siempre
(Adivinad: de esto también tenemos un montón).
Tienes en tu cabeza el mapa de dolor del cuerpo entero
Y aconsejas a los demás cuando se lanzan a por su primer tatuaje
Incluso sabes decirles cuál es la mejor crema para tatuajes.
Asegurando que no duele tanto como se dice por ahí
Te molesta sobremanera que los profanos en la materia te pregunten qué significan tus tatuajes
O por qué te los has hecho
O si no tienes miedo a arrepentirte
O si has pensado cómo te verás con ochenta años y un flamenco tatuado en el gemelo
Sin embargo, te puedes pasar horas hablando con otros adictos
Comparando umbrales de dolor
Si necesitas pistas, nosotros los hemos comparado por ti.
Y hablando de los artistas que sueñas que acaben decorando tu piel
Tu timeline de Instagram es una especie de museo del tatuaje
Y alucinas con que haya gente que no conoce a Mark Mahoney, Dr Woo o Jon Boy
Hace ya algún tiempo que tienes que pensártelo antes de responder a la eterna pregunta: «¿Cuántos tienes ya?»
Porque te has tatuado cosas que hace un par de años te parecerían el horror
Y asumes que dentro de unos cuantos... también te lo parecerán
Pero ya serán una parte de ti y no te planteas el arrepentimiento
Tu tatuador habitual ya te conoce por el nombre y sabe lo que te gusta
Hace ya tiempo que ni tu madre se asusta demasiado cuando apareces con algo nuevo
Y la gente ya solo reacciona con una palabra: «¡¡¿¿Otro??!!»
Lo que no saben es que aún no te has quitado el film protector del último y ya tienes en mente el siguiente
Pinterest sabe lo que te gusta y no para de ofrecértelo
Y cada artículo que lees sobre el tema te genera una nueva necesidad
Lo sentimos, por la parte que nos toca.
Y, por supuesto, has llegado hasta aquí asintiendo y... ¡planificando el próximo!
Imágenes | Visualhunt, Giphy.
En Trendencias | Adicción a los tatuajes, ¿realidad o leyenda urbana?
Ver 1 comentarios