A menudo encuentras el amor donde menos te lo esperas. A veces te lleva adonde nunca esperabas ir... Con esta bonita frase sabes que si vas al cine a ver Antes de ti te vas a topar con una romántica producción, un planazo perfecto con amigas para comenzar el fin de semana. Pero Antes de ti es también un drama y una comedia con puntos buenísimos, una combinación perfecta para disfrutar de poco más de hora y media de película, en la que también aprendes varias lecciones de la vida. Se trata de la adaptación al cine del bestseller de Jojo Moyes, Yo antes de ti, protagonizada por Emilia Clarke (Juego de tronos) y Sam Claflin (saga Los juegos del hambre), y dirigida por la directora de teatro Thea Sharrock, que debuta en la dirección de un largometraje.
El libro Yo antes de ti de la periodista Jojo Moyes (que también es el guionista de la película), se ha convertido en uno de los más vendidos del momento con más de 5 millones de ejemplares, y ya está a la venta la secuela Después de ti. La película cuenta como telón de fondo con encantadores rincones de la campiña inglesa, además de varias escenas en un paisaje verdaderamente exótico en la supuesta isla francesa de Mauricio, y digo supuesta porque en realidad es Mallorca, concretamente Formentor.
La historia
Para que os situéis os cuento el argumento. Louisa “Lou” (Clarke) vive en un pintoresco pueblo en mitad de la campiña inglesa. Sin un rumbo claro en su vida, a sus 26 años, va de un trabajo a otro para ayudar a su familia a llegar a fin de mes. Sin embargo, su habitual actitud alegre se pone a prueba cuando afronta un nuevo reto profesional. Acepta un trabajo en el “castillo” local y se convierte en cuidadora y compañera de Will (Claflin), un joven banquero adinerado que se quedó en silla de ruedas tras un accidente. El ahora cínico Will, que ya no es el alma aventurera que una vez fue, está a punto de darlo todo por perdido. Pero entonces llega Lou, que decide enseñarle que la vida merece ser vivida. Juntos se embarcan en una serie de aventuras, en las que tanto Lou como Will salen ganadores, y se encuentran con que sus vidas cambian de una manera que jamás podrían haber imaginado.
El vestuario: Jill Taylor
La diseñadora de vestuario es Jill Taylor quien se ha trabajado mucho los estilismos por las complicadas mezclas de la protagonista, con la que se fue hasta de compras.
Lo que más llama la atención es el propio personaje de Lou, una chica que viste de forma estrafalaria, original, a la que le encanta la ropa y el color, y que adora las combinaciones extrañas. Los looks cotidianos de Lou consiste principalmente en prendas muy coloridas, brillantes, de texturas muy contundentes, que van desde sus jerséis de hilo rizado a sus zapatos de flores y estampados extravagantes.
¿Cómo se trabajó la diseñadora el vestuario? Según nos cuenta empezó a fijarse en las combinaciones de las jóvenes de las calles de Londres: "lo que hay en las tiendas es bastante salvaje, y encontré un montón de inspiración allí. Conocí a Emilia, charlamos y fuimos de compras. Así de fácil fue. Trajimos muchísimas prendas para que se las probara, y menos mal, ¡lo hizo!”
Los zapatos es uno de los complementos más característicos de sus looks junto con unas medias de rayas amarillas y negras, muy significativas en la historia. De hecho, en una escena, Lou le dice a Will que su novio opina que cierto par de botas la hacen parecer un “duende drag queen”. Taylor dice que "Las prendas de ropa especiales son como obras de arte para ella: les da valor”.
Sólo hubo dos vestidos que Taylor diseñó especialmente para ella. Un diseño rojo que supone la primera vez que vemos a Lou con un aspecto sofisticado. “Hice algunos dibujos y encargué que lo hicieran, y puesto quedaba realmente precioso. Es la primera vez que vemos a Lou con un aspecto sofisticado”. También le hicieron un vestido para la escena de la boda, con un vestido del mismo corte del rojo, pero con un tejido estampado.
El vestuario de Will fue mucho más sencillo. Sus estilismos tenían que ser sencillos, elegantes y lujosos al principio de la película, donde luce trajes de Armani. Después viste con prendas sencillas de cachemir, algodones suaves… Salvo un esmoquin para su salida a un concierto, como requiere la ocasión: la única secuencia de la película en la que suena música clásica.
Música
Y precisamente hablando de la música de la cinta, está creada por el compositor Craig Armstrong, para evocar las sensibilidades románticas de la historia. Entre las populares canciones que se pueden oír en la banda sonora están Thinking Out Loud y Photograph de Ed Sheeran; Unsteady (Erich Lee Gravity Remix) de X Ambassadors; Till The End de Jessie Ware o Not Today de Imagine Dragons. “La música de Craig y las canciones que conseguimos encontrar tienen un enorme impacto en la película. Concuerdan de verdad con lo que está sucediendo entre Lou y Will en cada giro y en cada fase de su relación”, explica Sharrock.
Una historia que habla del poder del amor y de cómo este te transforma.
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