Estos son los motivos por los que no me vas a encontrar haciendo cola en el cine para ver 'After', por mucho éxito que tenga

Antes de nada, quiero dejar claro que encaro la escritura de este artículo siendo consciente de que, probablemente, tampoco sea el público objetivo de After ya de entrada. No obstante, a mis treinta años me siento más capacitada, ahora que cuando era adolescente, para argumentar por qué esta película me parece la misma historia romántica nociva de siempre pero con otro nombre y actores diferentes.

Sobre todo, porque sé que en aquella época me habrían vuelto loca las ojeras de chico taciturno de Hardin Scott, su protagonista masculino, y sus tatuajes de malote. Claro que, sobre todo, también sé ahora que todo eso me habría venido de idealizar a tantos otros que, como él, ha habido antes en la ficción y de no haber tenido que lidiar todavía con ninguno en la vida real.

After es la saga de películas románticas que ha venido a tomarle el relevo generacional a Crepúsculo. Además, como otro de sus antecedentes más directos dentro del género romántico, Cincuenta sombras, también empezó siendo un fanfiction antes de convertirse en libro.

Cuenta la historia de Tessa, una estudiante modélica de primer año de universidad que sale por primera vez al mundo. Y, claro, su vida, tal y como la conocía, cambia cuando conoce a Hardin, el arquetipo de chico malo por excelencia. Un joven egoísta y malhumorado pero con un fondo sensible. Este encuentro llevará a Tessa a experimentar cosas nunca antes vividas, como el sexo, y convertirá su vida en una montaña rusa de altibajos.

En su formato novela, la saga fue todo un éxito internacional y como película solo hay que decir que ha conseguido el número uno de la taquilla española en su primer viernes. Sin embargo, como ya he adelantado previamente, que no cuenten conmigo para mantener ese puesto porque tengo motivos más que suficientes por los que con ver su tráiler ya me vale y son los siguientes.

Porque aunque Hardin Scott ya no sea un vampiro literal, lo sigue siendo metafóricamente

Aunque ni Hardin Scott ni Christian Grey sean vampiros como Edward Cullen, los tres principales referentes actuales de este arquetipo masculino, tienen algo en común: son oscuros y salvajes.

Es decir, todo lo contrario que Tessa, la protagonista femenina de After, y también que Bella y Anastasia en Crepúsculo y Cincuenta sombras, respectivamente. Ellas son cándidas, dulces e inexpertas. Estos personajes son luminosos y desprenden una luz de la que estos otros personajes oscuros carecen y de la que vienen a alimentarse.

Porque la historia del chico experimentado que le enseña el mundo a la chica inexperta ya la he visto un millón de veces antes

Dice Anna Todd, su autora, que escribió estas novelas porque estaba cansada de leer una y otra vez la misma historia así que se entretuvo escribiendo la suya propia. Tal vez se refiera a que, al contrario de lo sucede que en otras historias de amor adolescente, en esta hay sexo.

Qué pena que se le olvidara introducir variaciones en todo lo demás. Por ejemplo, tal vez el personaje misterioso podría haber sido en esta ocasión ella y el virgen el chico.

Tessa, aunque es cierto que se le ha intentado insuflar un poco más de garra como personaje, sigue siendo una chica con poca personalidad e iniciativa que necesita que venga el héroe masculino a rescatarla de su aburrida vida virginal.

Porque la historia del chico malo que es solo bueno con una chica es mentira

Las historias como After romantizan algo peligroso como es la personalidad del hombre torturado. Ellos son un enigma, unos icomprendidos a los que el mundo ha hecho ser ariscos. Sin embargo, todo eso es solo una coraza que ellas, con su mirada llena de luz y bondad, son capaces de traspasar para ver a la persona sensible y necesitada de amor que son en verdad.

Esto no las libra de vivir algunas malas pasadas a su lado pero no pasa nada porque lo compensa el saber que solo a ellas muestran esa cara vulnerable que ocultan al resto de la humanidad. Además, estos personajes saben ser, en su oscuridad, irresistiblemente encantadores y se les da muy bien pedir perdón, aunque sea a su manera.

Se trata de un arquetipo que, nos guste o no, recuerda a una versión light de la figura del maltratador.

Porque al final todo se basa en querer cambiar y salvar al chico de sí mismo

Por supuesto, ellas suponen en la trama la vía de salvación para estas almas descarriadas. Lo es Tessa para Hardin igual que lo fue Bella para la Bestia y hasta Doña Inés para Don Juan Tenorio.

Ellas van a ser capaces de cambiarlos y convertirlos en mejores personas con su amor incondicional, cuidados y comprensión. No importa que todo el mundo a su alrededor vea y las alarte de que esa relación les resta más de lo que les suma.

Este tipo de películas nos venden la moto de que las alertas que parpadean en letras rojas y mayúsculas advirtiéndonos de que algo no nos conviene han de ignorarse cuando se trata del amor porque el amor todo lo puede, ¿no? Lo que me lleva al siguiente punto.

Porque ni todo es perdonable, ni el amor lo puede todo ni el deseo es nunca irrefrenable

After, Crepúsculo, la saga de Cincuenta sombras y, en general, todas las películas del género romántico que hubo antes y vendrán después de esta nos venden una fantasía de amor intenso que está muy bien para dejarse llevar en la fantasía. Que son perfectas para soñar durante 90 minutos pero que eso, a su vez, no hace que dejen de ser fantasías perversas que aplicadas a la vida real son destructivas.

Así, estos personajes de ficción que parecen no tener ni voz ni voto ante un amor muy intenso que los atraviesa y se los lleva río abajo como una corriente en la que han dejado de tener control sobre sí mismos, perpetúan roles muy tóxicos en una relación de pareja real.

Fotos | After.

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