Ya pocos ponen en duda que La La Land va camino de convertirse en la película del año. Después de arrasar en los Globos de Oro, esperan los Oscar y la taquilla de todo el mundo, que no se le está resistiendo. Pero, si un mérito no se le puede negar a La La Land, es que ha puesto de moda el género musical. Suponiendo que alguna vez hubiera dejado de estarlo, claro. Por eso, hemos hecho una selección de nuestras películas musicales favoritas, esas que siempre merece la pena volver a ver, esa en la que La La Land ha entrado de cabeza. Por si os hace falta inspiración:
El mago de Oz (1939)
«Creo que ya no estamos en Kansas, Totó». Con esa frase se inicia un mundo de aventuras en el que un hombre de hojalata, unos chapines de rubí y un camino de baldosas amarillas nos transportan a la magia en estado puro.
Cantando bajo la lluvia (1952)
La difícil transición del cine mudo al sonoro es la base del argumento de esta película, que nos ha dejado para siempre la imagen de Gene Kelly haciendo precisamente eso, cantar bajo la lluvia.
West Side Story (1961)
Esta versión moderna de Romeo y Julieta en forma de enfrentamientos entre bandas en la ciudad de Nueva York catapultó a la fama a Natalie Wood y nos tiene a todos tarareando America cada vez que la vemos.
My Fair Lady (1964)
El mito de Pigmalión convertido en una película musical con ocho premios Oscar y con Audrey Hepburn en uno de sus papeles más recordados. Ya sabéis: «The Rain in Spain...».
Mary Poppins (1964)
Una niñera mágica que atraviesa Londres volando con su paraguas y devuelve la felicidad a los dos niños de los que está al cargo. La película con la que todos aprendimos a decir «supercalifragilísticoespialidoso».
Sonrisas y lágrimas (1965)
La dulce historia de la familia Von Trapp es un clásico del cine infantil desde hace décadas. Que levante la mano quien nunca haya dedicado un rato a cantar esa traducción tan loca de «Don, es trato de varón; res, selvático animal...».
Cabaret (1972)
La mejor Liza Minnelli en una película que refleja como pocas el espíritu de aquellos felices años 20 en un Berlín que veía crecer, casi sin darse cuenta, al partido nazi que acabaría precisamente con la feliz inocencia de esa década.
Grease (1978)
Quizá su calidad cinematográfica no esté a la altura de las demás de la lista, pero es el musical inolvidable que todos hemos visto, cantado sus canciones y repetido sus bailes. Danny y Sandy, las pink ladies, la carrera en el canal y ese desquiciado momento final del coche volador.
Victor o Victoria (1982)
Una cantante de ópera sumida en la pobreza que no encuentra trabajo decide hacerse pasar por varón, bajo el nombre de Víctor. Su vida profesional se soluciona, pero la personal se complica... bastante. De nuevo, Julie Andrews en todo su esplendor.
Moulin Rouge! (2001)
Nicole Kidman y Ewan McGregor protagonizan un musical al que se ha considerado renovador del género, con su retrato del París de finales del siglo XIX y principios del XX y la introducción de temas musicales propios de la cultura pop.
Chicago (2002)
Premiada con el Oscar a la mejor película en 2003, Chicago nos muestra la década de los años 20 en esa ciudad, a través de los ojos de dos mujeres acusadas de asesinato que esperan que su talento sobre el escenario las libre de la horca.
Imágenes | La La Land.
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