Compuesta de solo tres capítulos y mucha intriga, la nueva miniserie de Ester Expósito se estrena en Netflix coincidiendo con el fin de semana, lo que nos parece magnífico.
En ella, nos situamos en la época de la España franquista y observamos como el hijo de un matrimonio adinerado, Gabino (Alejandro Speitzer), regresa a España después de haberse criado en México. Y lo hace acompañado de un amigo bailarín, Lázaro (Isaac Hernández), algo que a todo el mundo le pilla por sorpresa. Los rumores de que ambos mantienen una relación homosexual no tardan en surgir y esto, en el Madrid de su época, se considera un escándalo que es denunciado y perseguido.
En paralelo, el muchacho está prometido con Cayetana (Ester Expósito), una joven un tanto egocéntrica de la que mejor no fiarse, y a su vez, el hermano de esta, Alonso (Carlos Cuevas), esconde un rencor hacia él. Un drama en toda regla. Con triángulos, o más bien hexágonos, amororos. Y un elenco de actores de éxito. Carmen Maura, Cecilia Suarez, Eduardo Casanova, Mariola Fuentes, Pilar Castro, completan el reparto.
Dirigida por Manolo Caro, el director de la famosísima 'La casa de las flores'), la miniserie no tiene nada que ver con esta, pues se desmarca de todo humor y consigue posicionarse fuertemente en la categoría de thriller con un potente componente de denuncia social. Con ella da visibilidad a una discriminación (la homosexual) que, según los actores, sigue vigente de alguna forma en la actualidad. Muestra claramente la imposición masculina a la que se encontraban sometidas las mujeres de la época. Y saca a la luz una visión de la maternidad muy cruda y real.
El director se mueve de maravilla en el género sabiendo mantener nuestro interés (e incluso, incrementarlo) hasta el final y crea una ambientación oscura que traslada de inmediato al público a la narración.
El vestuario es de diez, no hay más que ver los looks de Ester o Cecilia. Y aunque es muy sombrío, nos conquistan las siluetas años cincuenta y los complementos. Por no hablar de los looks de caza y campestres, llenos de reminescencias que ahora mismo han vuelto en materia de tendencias.
En conclusión, la consideramos un planazo para ver del tirón una tarde tonta de fin de semana acurrucados en el sofá. Yo, por lo menos, lo hice así y la experiencia (con palomitas incluidas) me pareció lo más.
Fotos | Netflix