Yo no sé lo que va a pasar el próximo domingo si Leonardo DiCaprio no se hace con el Óscar por su papel en The Revenant (El renacido). Pocas veces ha habido un favorito tan claro y, si no gana, se convertirá en uno de esos casos de eterno candidato. Pero, ¿cómo ha llegado Leo hasta aquí? Repasamos su carrera desde el principio, muy principio.
Los problemas crecen (1990)
A Leo lo conocimos en esta mítica serie familiar, a la sombra de Kirk Cameron, aunque hoy en día nos resulte difícil de creer.
Critters 3 (1991)
Su debut en la gran pantalla vino de la mano de esta comedia a medio camino entre el terror y la ciencia ficción. Solo Leo podría haber levantado cabeza tras un debut así.
Vida de este chico (1993)
La película con la que demostró que había un actor de verdad tras la cara bonita.
A quién ama Gilbert Grape (1993)
Su papel de discapacitado intelectual le valió no solo el respeto de la crítica sino también su primera nominación a los Óscar.
Romeo y Julieta (1996)
Un pequeño paso atrás en la calidad de sus trabajos, un gran paso adelante en su incorporación al Olimpo de guapos de Hollywood.
Titanic (1997)
Su gran consagración comercial. Aunque ninguno logremos entender por qué Rose no le hizo un sitio en aquella tabla.
El hombre de la máscara de hierro (1998)
Su primera incursión en el cine de época, con una interpretación (algo dudosa) del rey Luis XIV de Francia.
La playa (2000)
En una película alabada y criticada a partes iguales, Leo se confirmó como actor más allá de la cara bonita (lo cual tiene mucho mérito en una peli en la que se pasa todo el rato sin camiseta).
Atrápame si puedes (2002)
Su primer papel a las órdenes de Spielberg y su primera aproximación al papel de canalla.
Gangs of New York (2002)
Trabajar el mismo año a las órdenes de Spielberg y de Scorsese no está al alcance de muchos. DiCaprio dejó el pabellón alto en ambos casos.
El aviador (2004)
Su segunda nominación al Óscar llegó de la mano de este biopic de Howard Hughes, de nuevo a las órdenes de Scorsese.
Diamante de sangre (2006)
Ya lanzado en la carrera de las nominaciones, recibió la tercera por su papel en este drama sobre el tráfico de diamantes en África.
J. Edgar (2011)
Uno de los actores más poderosos de Hollywood interpretando a uno de los hombres más poderosos del siglo XX. Y a las órdenes de Clint Eastwood, nada menos.
Django desencadenado (2012)
Su primer trabajo a las órdenes de Tarantino, le valió el Óscar al director. Y también a su compañero de reparto Christoph Waltz, pero Leo esta vez no fue ni siquiera nominado.
El gran Gatsby (2013)
Difícil interpretar a uno de los mayores mitos de la literatura contemporánea, y más difícil aún competir con el Gatsby de Robert Redford. Leo salvó los muebles, pero no brilló como se podía esperar.
El lobo de Wall Street (2013)
La cuarta nominación le llegó a DiCaprio de la mano de la corrupción política y económica del sistema financiero americano. Uno de los papeles por los que siempre se le recordará.
El renacido (2015)
Quinta nominación y absoluto favorito en todas las quinielas. Ya poco queda de aquella cara aniñada que enamoró a toda una generación, pero el respeto del público y la crítica se lo ha ganado para siempre.
Foto | Cordon Press
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