Los cinco motivos por los que 'La forma del agua' es la favorita para los Oscar 2018

La forma del agua es una película absolutamente perfecta de principio a fin. Con 13 nominaciones para los Oscar (solo a una candidatura del récord que tienen Titanic, La malvada y La La Land) se convierte en la favorita para los Oscar 2018. El maestro Guillermo del Toro es el director de esta producción, a partir de un guión escrito por el propio Del Toro y Vanessa Taylor, y basado en una historia escrita también por el cineasta mexicano.

El argumento

Estamos ante un cuento de hadas sobrenatural, una historia de amor entre una mujer muda y una criatura marina, que transcurre en Norteamérica alrededor del año 1962, con la Guerra Fría como telón de fondo. La protagonista es Elisa (Sally Hawkins, nominada a Mejor Actriz), una empleada de limpieza muda que trabaja en una instalación del Gobierno que esconde unos laboratorios secretos.

Su vida cambia por completo al descubrir, junto con su compañera Zelda (Octavia Spencer, nominada a Mejor Actriz de Reparto), a un ser enigmático: un hombre-pez único, una auténtica anomalía natural, que vive encerrado y es víctima de diversos experimentos. La protagonista empieza entonces a sentir simpatía por este extraño ser y se establece una fuerte conexión entre ambos. Todo esto acompañado de espías soviéticos y un audaz robo, desembocando en un singular romance que excede los límites más inconcebibles.

Director y reparto

El reparto se completa con los actores Michael Shannon, Richard Jenkins (nominado a Mejor Actor de Reparto), Doug Jones y Michael Stuhlbarg.

Sally Hawkins interpreta un papel imponente como Elisa. El viaje que emprende su personaje desde la soledad y la impotencia hasta su transformación en heroína, en el que asume enormes riesgos, forma el eje central de la película, un hecho aún más extraordinario puesto que el papel prácticamente no requiere palabras. Tras quedarse muda debido a un trauma infantil, Elisa se comunica mediante la lengua de signos americana. La actriz explica que "es la clase de protagonista romántica que realmente nunca pensé que interpretaría, de manera que ha sido para mí un regalo de ensueño"

La película, inspirada en el clásico La criatura de la laguna negra (1954), explora la idea del amor y sus barreras, tanto internas como externas, algo primordial para Del Toro. Mezcla de muchos géneros cinematográficos, desde el musical al intrigante cine negro, La forma del agua vuelve a suscitar el interés de las películas de monstruos, destacando diversas emociones como el miedo, el desamparo y el peligro, y también la curiosidad, el asombro y el deseo.

Del Toro comienza su cuento sumergiéndonos bajo el agua. El cineasta explica que: "el agua adopta la forma de lo que sea que la contenga en ese momento, y aunque el agua puede ser algo muy apacible, también es la fuerza más poderosa y maleable del universo. Así es también el amor, ¿verdad? Independientemente de la forma que tenga aquello en lo que depositamos nuestro amor, éste se adapta, ya sea a un hombre, a una mujer o a una criatura”.

El vestuario

Guillermo es indudablemente un gran visualizador, lo hemos visto en todas sus películas. Desde los escenarios hasta el vestuario y los disfraces, y por supuesto la cámara. Ningún detalle es demasiado pequeño para que escape a su atención, por lo que también se lo pone complicado a los diseñadores.

Con Paul Austerberry, el diseñador de producción, ha trabajado el diseño del laboratorio, la oficina y la casa de Strickland, los apartamentos de Elisa y Giles y el baño, que se vuelve crucial para la historia. Dedicó mucho tiempo a encontrar la paleta perfecta, y ocurrió lo mismo con el vestuario de Luis Sequeira, el diseñador de vestuario y nominada al Oscar "En el trabajo de Luis, cada pieza refleja el interior de un personaje desde el bonito traje de piel de tiburón de Strickland hasta los vestidos de Elisa," explica Del Toro.

Los trajes de Elisa se basaban principalmente en su estatus de clase obrera, pero también en una temática sutilmente acuática con prendas en colores azules y verdes. Sólo hay un poco de rojo casi al final de la película.

El equipo de Sequeira confeccionó gran parte del vestuario. Crearon los sombreros de Michael Shannon, los zapatos vintage, las joyas y hasta la ropa interior. "Una de las cosas importantes para Guillermo fue que la ropa no sólo es adecuada para el período, sino que parece que ha sido utilizada. Esa es la belleza del cine: cuando los trajes se combinan con el cabello, el maquillaje, la iluminación, los decorados y los actores, todo se convierte en algo mágico", dice Sequeira.

Una escena diferente

Todo el equipo que colaboró en la película, entre ellos el cinematógrafo Dan Laustsen, el diseñador de producción Paul Austerberry y el diseñador de vestuario Luis Sequeira, formaron parte de la creación de una de las secuencias más inusuales de la película: un número de canciones y bailes de estilo la Edad de Oro de Hollywood que podría haber salido de una película en blanco y negro de los 40, si no fuera por el hecho de que aparecen una señora de la limpieza muda y criatura acuática. "Al igual que los musicales de películas clásicas, el número está reservado para un momento en el que las emociones van más allá de los límites establecidos", añade el director.

La película se estrena el 13 de febrero, así que de momento hay que conformarse con el tráiler:

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