Lo confesamos: la primera edición del festival Madrid Puro Reggaeton nos parecía el planazo del verano, pero no ha podido ser. Cancelado por la Comunidad de Madrid, ha partido el corazón a miles de personas (y nosotras estamos entre ellas). El descontento es generalizado. Hace días que sus asistentes muestran su enfado. Tienen una petición de Change.org y grupos de Telegram y Whatsapp que echan humo.
La cosa no pintaba bien desde la semana pasada cuando comenzó a circular el rumor de que cambiaría de ubicación. En un principio, estaba planeado que se celebrara en la Caja Mágica, pero se hablaba del Wanda Metropolitano como escenario alternativo. A solo una semana de su inicio, la organización no había compartido ni localización final, ni horario, ni planos con información básica como baños, puertas de emergencia... En Twitter empezaron a revender entradas y en Instagram la lista de comentarios pidiendo explicaciones y quejándose era tal que terminaron por bloquear los comentarios.
Algo que sentó muy mal a sus asistentes es que a solo cuatro días de su comienzo, en vez de brindar esta información básica, anunció que sacaban a la venta más entradas. Esta vez, de día, y permitían ir viernes o sábado de forma independiente, algo que no era posible anteriormente, pues se obligaba a comprar el abono de dos días.
Hace dos días el festival Madrid Puro Reggaeton anunció que se mudaba al Wanda "para tener más accesos, más sonidos, más espacio y más espectáculo" y por fin compartió los horarios de conciertos y el mapa. Este momento fue el inicio de su fin. Y ya no solo por la parte que le tocaba a sus asistentes que habían visto reducido significativamente su espacio (la entrada general pasaba a ser una entrada de grada sin numeración), sino porque el evento llamó la atención de la Comunidad de Madrid quién no tardo en emitir un comunicado denegando su licencia debido a cuestiones de seguridad y superación del plazo mínimo para cambiar de fecha un evento de estas características. Según este comunicado, un informe emitido por la Policía Municipal del Ayuntamiento de Madrid señala que las medidas de seguridad y la documentación presentada por la organización no reúnen los requisitos necesarios, denegando por tanto la celebración de dicho evento.
A partir de aquí se armó la de San Quintín. Twitter está que echa humo, las firmas de la petición de Change.org crecen como la espuma y en el grupo de Telegram parece que se han creado hasta amistades al unirse ante la situación para denunciar y se habla incluso de planes alternativos.
Los comentarios más repetidos: "es vergonzoso", "me siento estafado", "dadnos soluciones" y "no me lo creo". Hay gente con vuelos y hoteles pagados que ha organizado sus vacaciones en función de este festival. Y según hemos podido ver en el Instagram de Natti Natasha, los artistas ya comenzaban a desplazarse a la capital para su concierto. Pero hasta el momento, no se sabe nada acerca de si la organización ha podido subsanar los problemas. Eso sí, la web del festival no funciona y el número de contacto no está dado de alta.
De momento, el festival ha emitido un comunicado en el que declara haber "recibido con sorpresa, estupor e indefensión la denegación de la licencia". Defiende haber cambiado la ubicación "para ofrecer un evento más seguro" y subraya "haber presentado un plan completo de seguridad y emergencias, cuenta con el certificado de interés cultural del Ayuntamiento de Madrid y ya ha abonado la tasa de celebración". Según la empresa organizadora, el festival está listo para abrir puertas a la hora prevista y cuenta con 30 años de experiencia técnica y un historial limpio de incidentes relacionados con la seguridad. Aseguran que "existe una clara falta de voluntad en la Administración Autonómica para que este evento tenga lugar" e invitan a la Comunidad de Madrid a reconsiderar su resolución.
De hecho, diversas personas que tenían previsto trabajar en el evento han declarado que sigue en pie, aunque puede que sea para desmontar todo lo montado ya. Los artistas deberían ir a hacer pruebas de sonido y ya no da tiempo. La información que llega a los asistentes es contradictoria e incluso hay personas que dicen que les aparece en sus entradas que la ubicación es en Ifema. Y preocupa que Juan Magán, uno de los artistas confirmados, lo está también en otra ubicación a la misma hora.
Además, diferentes asistentes comentan que no les salen las entradas en el correo.
Según Legalenda Consultoría Legal, si cancelan un festival es posible reclamar el dinero de las entradas y una indemnización por daños y prejuicios.
Facua recomienda esperar, publicarán recomendaciones para ayudar a los afectados. Consideran complicado que devuelvan el dinero de vuelos y alojamientos, pero el de las entradas aseguran que lo tienen que devolver en caso de que se cancele.
Los festivales de este verano están teniendo muchísima acogida, pero parece que las diferentes organizaciones no están sabiendo ponerse al nivel de las ganas que tenemos de ellos (véase también lo que pasó en el Primavera Sound). Solo nos queda soñar con el Festival de Les Arts, el Sonorama, el Arenal y todo lo bueno que nos traiga 2023.
Fotos | @madridpuroreggaeton
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