Para muchos la pandemia fue un momento de incertidumbre, para otros fue una experiencia dolorosa con la pérdida de algún ser querido, y para MIR fue el momento oportuno para desconectar de todo y centrarse en su gran pasión -y en lo que se ha dedicado toda la vida-: crear su último álbum de música. Después de un largo año, hoy ve la luz su primer single, Adrede. Hablamos con ella para conocerla un poco más porque lo que hemos visto de ella promete (y mucho).
Ha dado 30 vueltas al sol y ha llegado con la pretensión de comerse el mundo. MIR tiene una personalidad muy fuerte donde los toques de pop contemporáneo hacen que sus melodías se metan en la cabeza sin ánimos de salirse de allí. Adrede se inspira en aquella sensación de miedo y ansiedad que muchas veces pueden incapacitar nuestro cuerpo. De este modo MIR nos devuelve en arte (con su música y sus letras), emociones intensas y positivas, para pasarlo bien y seguir fluyendo.
Cuéntanos, ¿desde cuándo supiste que querías dedicarte a la música?
Era muy pequeña, debería tener seis o siete años. Estaba en la escuela y la profesora trajo un piano para enseñarnos las notas musicales y tocáramos la escala musical. Recuerdo que cuando me tocó a mí estaba muy nerviosa, quería hacerlo muy bien. Al llegar a casa después de ese día le dije muy decidida a mi padre que quería dedicarme a la música, así que me apuntó a clases de piano.
Con un disco en catalán a tus espaldas, ¿porqué has querido cambiar de registro (incluso de nombre)?
Mi primer disco fue toda una experiencia. Todo era nuevo para mí y no sabía muy bien qué hacía. Fue una especie de primera toma de contacto para conocer la rudeza de este mundo.
¿Rudeza?
Sí, la industria musical tiene una parte oscura. Siendo artista emergente hay que trabajar mucho y cuesta mucho que alguien se fije en ti para que apueste por ello. Hoy en día en lo que menos se fijan es en la canción en sí.
¿Y qué es lo que importa?
Importa que seas un producto formado. Una especie de apuesta segura que tenga muchos seguidores en RRSS (TikTok, Instagram...) que se fijen a cada momento en lo que haces. Pero obviamente, eso cuesta y conlleva mucho trabajo. Durante todo el proceso de creación me he querido centrar exclusivamente en la música... Digamos que me cuesta un esfuerzo extra lo de aparecer en Instagram y explicar mi día a día.
Y sin esta ayuda, ¿cómo lo haces?
Tengo la gran suerte de tener un equipo de amigos a mi lado que son grandes profesionales. Creen en mí y quieren invertir su tiempo libre en ello. Y yo les estoy eternamente agradecida.
Háblanos de Adrede...
Adrede es un tema que nació en pleno confinamiento. Durante esos meses estuve sola en mi piso, así que decidí sacar la parte positiva de toda esa situación y hacer lo que mejor se me da, componer música. Venía de una época en que había parado totalmente por culpa de un cuadro de ansiedad, así que poco a poco fui componiendo pequeñas melodías que se transformaron en este tema.
Adrede nace en un momento de revelación. Esta en realidad es una reafirmación de algo que ya sabemos: lo jodido que está el mundo en el que vivimos. De ahí aparece una rabia que te impulsa a querer echar la culpa a alguien, pero en realidad te das cuenta de que el culpable es uno mismo, la condición humana. En definitiva, por muchas penas que existan hay que atravesarlas y vivirlas.
Y ahora ¿qué?
A seguir trabajando. Siendo una artista emergente como yo que no obtiene ayuda de nadie estresa, para qué te voy a mentir, pero creo mucho en lo que hago. Después de Adrede quiero seguir sacando temas con la finalidad de poder presentar un álbum el próximo año... y si todo va bien.
Simpática, sincera y con los pies en la Tierra, MIR es nuestra gran apuesta para este 2021. este nuevo single promete no dejar indiferente a nadie...
Fotos | Instagram @andreamirmusic