Navidad no es sólo las comidas y cenas con la familia y los amigos. También te llueven las invitaciones para ir a cócteles, quedadas y copas gratis. Y no hay lugar que visites en el que no te ofrezcan un polvorón. El paraíso de los glotones. Pero a este ritmo cuando llega la Nochevieja estamos todos un poquito perjudicados y nuestro saque lleva varias horas pidiendo "tiempo muerto".Y luego están los kilos que pillamos, que según un estudio del Grupo NC Salud, pueden llegar ¡hasta cinco!
Navidad es la única época del año en la que si estás a dieta la mandas a paseo. Aunque tengas una boda en enero, aunque te hayan llamado de Victoria´s Secret para desfilar junto a Gigi Hadid en dos semanas, aunque la boda que tienes en enero es la tuya propia. La Navidad la tomas o la dejas. Y en la mayoría de las ocasiones la tomamos... junto con los langostinos, el jabugo y una ración completa de esos asados tan fantásticos que preparan nuestras madres.
En este mes ponemos a prueba nuestro saque como si fuéramos Obelix en el restaurante de Las doce pruebas de Asterix. Como si ese saque fuera a expandirse o convertirse en un agujero de gusano por el que vamos echando cosas que acabarán en otra dimensión. Y si nosotros no tenemos suficiente voluntad para ponerlo al límite, ya están nuestros parientes dispuestos a probar su resistencia. A veces tengo la sensación de que mi madre pone el número de entrantes dependiendo del número de kilos que peso (55 kg= 55 entrantes). Y el año siguiente: 56 kg (los que no me ha dado tiempo a perder de las Navidades anteriores)= 56 entrantes. Y todos, todos los años, ella dice la misma frase: “pues pensaba que me iba a quedar corta”.
Nos pensamos que nuestro saque puede llegar hasta el infinito y más allá.
¿Qué tiene esta época del año que nos lleva a cometer semejantes barbaridades? Si el colesterol fuera un deporte, en Año Nuevo muchos tendríamos ya una marca olímpica. Pero ni rastro de nuestro bazo. Y no hablemos de los kilos de más. Un estudio del Grupo NC Salud revela que estas Navidades engordaremos entre 2 y 5 kg. de media en tres semanas: 1,8 kg de media para las mujeres frente a los 4,3 de los hombres. El día 7 de enero la báscula no engaña y la razones por las que el botón del vaquero ha estallado caen por su propio peso. Nos hemos pasado. Le hemos dado duro al turrón, al cava y a los mazapanes y ya no hay marcha atrás.
Poner a prueba nuestro saque nos puede salir muy caro: en concreto, varias indigestiones, muchas posibilidades de sufrir gota, una media de cinco kilos más (los datos del estudio del Grupo NC Salud son escalofriantes) y seis meses de penitencia comiendo verde a mansalva y en crudo.
Fotos: Pexels.com, Wearesocial
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