El cómico y su equipo han logrado convencerme tras su cambio de casa y ahora quiero más
Ayer fue un día marcado en rojo en el calendario de RTVE. Todas las alarmas se encendían por la esperada y polémica llegada de Broncano a la pública, ya que desde que la noticia saltó a los medios a finales de la pasada temporada televisiva los comentarios sobre ello no cesaron: que si el presentador era un vendido, que quizás un cambio de formato conllevaría una bajada de calidad del programa o que incluso al pasarse a otro canal y al tratarse de la tele pública parte de la esencia, de lo que definía a La Resistencia, se perdería por el camino.
Sin embargo, ¡nada más lejos de la realidad! Ayer me senté frente a mi televisor a las 21h30 dispuesta a ver qué tenía que ofrecernos el famoso vecino de Orcera ante esta nueva propuesta y a mí me convenció de una, qué quieres que te diga. Además, si te soy sincera, con el nuevo horario me ha ganado, porque una está al borde de los 30 y lo de tener que esperar a medianoche para echarme unas risas ya me pesaba un poco. Qué vejez más mala.
Precisamente este detalle de la nueva hora en la parrilla puede jugar a favor de La Revuelta, ya que pienso que no seré la única a la que le suceda lo de que se le cierran los párpados, por lo que sea, y quizás beneficie ese tan deseado share, quizás ahora más que nunca debido a las cientos de propuestas de plataformas de streaming.
Por cierto, Broncano se estrenó con un 17% de cuota de pantalla, para mi desgracia, un dato por el momento lejano al que marcó Pablo Motos con El Hormiguero, con un 23%.
E hilando con esto, otra de las cosas que más me ha gustado y que va de la mano de esa esencia que se temía perder con el cambio de casa, ha sido que en contrapunto con la apuesta de Motos como invitada, Victoria Federica, el equipo de La Revuelta ha seguido apostando por lo mismo que los ha definido en este sentido desde sus inicios y especialmente en estos: invitar a personas no tan conocidas por el gran público, dándoles a estos también un espacio para demostrar su talento o valía o mostrar sus diferentes realidades. En este caso, el surfista invidente Aitor Francesena.
Y sí, a todos esos que criticaban que quizás Broncano perdería la frescura de su actitud en La Resistencia al pasarse a RTVE, hay que decirles que no, ha seguido haciendo su clásico combo de preguntas sobre sexo y dinero, porque por qué no, pero también hay que decir que la entrevista estuvo genial. Y contando con colaboradores como Ricardo Castella, Jorge Ponce, uno de mis cómicos favoritos, Lala Chus, y el inconfundible y un poquito polémico, Grison.
Por otra parte, David Broncano aprovechó su monólogo para reírse de sí mismo y por aquí lo del comportamiento self-deprecating es un must. Aunque hay que ponerle ciertos límites cuando se trata de algo personal, no de un personaje. Toma nota si lo haces.
Por último, lo único que he echado de menos por el momento ha sido que el plató está demasiado bonito. Demasiado poco destruido. Pero bueno, vamos a darle tiempo al tiempo, ¿no? Que Zamora, y la piscina de Orcera, no se construyeron en una hora.
Fotos | @larevuelta_rtve
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