La actuación de Corazón hambriento es el Escondidos de la Generación Z, pero todavía no te has dado cuenta. ¡¿Es que es para reflexionar, eh?!
Ay, una semana más de Operación Triunfo que nuestro corazón se rompe un pelín. En este caso por la nominación de Paul, que es una persona supertalentosa a la que queremos abrazar todo el tiempo. Pero al margen de eso, el galOT de ayer dejó actuaciones para el recuerdo, como la que se marcó Ruslana al ritmo de Slowmo, nuestra ganadora según las predicciones que hemos hecho en redacción para 2024, o la de Naiara y Lucas, a los que he bautizado hoy como los Chenoa y Bisbal de esta edición.
Los dos jóvenes cantantes defendieron ayer en el escenario de OT2023 la canción Corazón hambriento, de India Martínez, dando una lección de química en el escenario de la que podían haber aprendido Cris y Chiara, y especialmente esta última, que durante la semana no ha parado de dar quejas sobre su compañero en lugar de haberse esforzado por intentar conectar para defender el trabajo a ese nivel. Y lo dice una persona que la ha estado votando como nómada favorita durante la semana.
El caso es que tanto su actuación, como el comportamiento que ambos tuvieron durante el programa de ayer, así como sus looks me han recordado mucho a lo que representaron en su momento David Bisbal y Chenoa en la academia. Y de hecho, ya comparé la semana pasada a Naiara con la actual presentadora del formato a la vez que defendía que la cantante debería haber sido la ganadora de la primera edición del concurso.
Chenoa y Bisbal y Naiara y Lucas, dos historias similares
Operación Triunfo es ese reality que va sobre cantar, y aprender a hacerlo, pero también sobre mucho más. A La Voz llegas y pegas, no hay nada más allá de alguna que otra historia dramática que sirva para condimentar un poco algunas actuaciones y encender así las sensibilidades de los coaches, lo que se traduce en gestos rarísimos en sus caras normalmente.
Sin embargo, de OT esperamos mucho más y queremos conocer a los concursantes que durante unos meses nos robarán el corazón, algo que sentimos ya en 2001 la primera vez que se emitió el formato. Y no hay nada que defina mejor esto que este tuit de @isatofus:
En torno a ello creamos narrativas a partir de lo que vamos viendo. Algunas terminan coincidiendo con la realidad y otras simplemente son una fantasía. También están las que se quedan a medio camino.
Flotando sobre todo esto se encuentran los celebrados shippeos, instigados siempre, o casi siempre por los fanes. Esta adaptación del inglés hace referencia a esas parejitas carpeteras que nos empeñamos en unir. En esta edición ya hemos tenido varios y el de Naiara y Lucas, al igual que lo fueron Bisbal y Chenoa en su momento, es uno de ellos. En el caso de los jóvenes, es él quien tiene novia, a la que por cierto adora y es algo que demuestra con palabras y gestos por activa y por pasiva en la academia. Bisbal y Chenoa tenían ambos pareja cuando llegaron al concurso, algo que recordó la propia cantante hace tan solo unas semanas en plató en un gesto precisamente hacia el uruguayo.
La actuación de ayer de Lucas y Naiara es el Escondidos de esta nueva generación
Desde la dirección de la academia saben bien qué pedimos, así que nos dan lo que va a funcionar, por eso, además de por hacerlo genial, ha tirado tan bien la actuación de Lucas y Naiara de Corazón hambriento, un tema que narra la esperanza por aferrarse a una relación que se encuentra en la cuerda floja.
Y sí, poco tiene que ver con el estado de la cuestión actual entre los dos triunfitos, pero si leemos entre líneas, y tampoco tanto, se podría extrapolar fácilmente. Y sí, la emoción y la química se sintieron y se sienten, porque mira la carita de Naiara esta mañana durante las valoraciones de Manu Guix y Noemí Galera.
¿Cuándo sucedió algo similar también? Pues sí, con Cepeda y Aitana, pero de forma evidente no me estoy refiriendo a eso, sino a Bisbal y a Chenoa cuando hicieron su mítica e inolvidable interpretación de Escondidos. Que a ver, no quedaba ya mucho lugar a dudas de por dónde iban los tiros en ese caso.
Mmm... Y si ya me pongo quisquillosa, ¿te suena de algo el estilo del vestuario de ambos? Porque a mí sí, no te voy a engañar. Sí que es cierto que debido a las tendencias en moda y al rescate que hemos vivido este año de la estética dosmilera los looks de las galas de esta edición son más similares de lo que nos gustaría (a algunas) a lo que veíamos por aquel entonces, peeeeero.
Por supuesto, ¿quiere esto decir que Lucas y Naiara estén manteniendo un affaire? ¡Claro que no! Pero lo que desprenden, que quizás simplemente sean geniales amigos y buenos profesionales, me transmite un poco la misma sensación. Y hay cosas que no es necesario decir, porque van tatuadas en la mirada. Pero nada, nada, que ni confirmo ni desmiento.
Fotos | @operaciontriunfo
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