Ursula K. Le Guin ha fallecido este pasado lunes, a los 88 años, en su casa de Oregón, según ha confirmado su familia a través de Twitter y del New York Times. Se va una de las grandes escritoras de nuestro tiempo, la maestra indiscutible de la ciencia ficción y la fantasía y una de esas personas que todos los años aparecen en la quiniela de candidatos al Premio Nobel de Literatura. Y también una escritora considerada pionera del feminismo, reivindicativa y preocupada por la vertiente antropológica de sus novelas.
Se va dejándonos veinte novelas, más de cien relatos, ensayos, libros infantiles y poemarios como testimonio de una carrera prolífica y exitosa. Desde que debutara en 1966 con El mundo de Rocannon, se empezó a ver en ella a una renovadora y prestigiadora de los géneros fantásticos y de ciencia ficción. Sus obras más alabadas son La mano izquierda de la oscuridad, El nombre del mundo es bosque y Los desposeídos, aunque la que le trajo la fama universal fue Historias de Terramar, que dio origen a un universo de fantasía ya mítico.
The family of Ursula K. Le Guin is deeply saddened to announce her peaceful death yesterday afternoon. https://t.co/k9kgvZCY1l
— Ursula K. Le Guin (@ursulakleguin) 23 de enero de 2018
Su formación antropológica dio una vida diferente a sus obras, alejándolas de la ciencia ficción puramente tecnológica e introduciendo reflexión social y moral en ellas. Y también hubo mucha intención feminista en sus letras, que se puede observar en la sensibilidad de sus personajes masculinos (muy alejados de los tópicos del género) o en la aparición en sus últimas novelas de conflictos contados desde el punto de vista femenino.
Imágenes | Ursula K. Le Guin.
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