Cuando eres un adulto independiente, te puedes permitir varios lujos de los que antes no podías disfrutar, muchos de ellos, vinculados con deseos frustrados de la infancia que, ahora, no son ningún impedimento para poder disfrutar. Ahí es donde entra la industria de los muñecos y los coleccionables, que han encontrado en adultos jóvenes económicamente activos el nicho perfecto para volver sus productos en verdaderos best-sellers, como lo son los muñecos Sonny Angel de los que todo mundo en TikTok está obsesionado.
Los Sonny Angels son unas figuras de plástico que representan a unos adorables angelitos con grandes ojos y una sonrisa contagiosa. Estos muñecos han tomado el mundo por asalto, convirtiéndose en un verdadero fenómeno global. Su origen se remonta a Japón, donde la marca Sonny Angel fue creada en el año 2004 por un fabricante llamado Toru "Sonny" Soeya. Desde entonces, estas pequeñas figuras de apenas 8 centímetros de altura han cautivado a millones de personas en todo el planeta.
Los muñecos, que fueron creados para "hacernos sonreír a todos y agregar un poco de diversión a nuestras vidas", tienen un encanto que reside en su simplicidad y su capacidad para despertar alegría: cada uno de estos muñecos tiene una personalidad única, reflejada en sus atuendos, sobre todo los cascos temáticos, ya que, como alusión a la idea que todos tenemos de un ángel, no suelen llevar ropa en la mayoría de los casos.
En internet, el auge de las publicaciones, sobre todo en Instagram y TikTok, ha sobrepasado ya el medio millón de fotografías y los 30.000 videos, en donde las personas comparten no sólo sus colecciones de estas figuras, sino también juegos o historias en las que los muñecos son protagonistas, publicaciones de gran éxito entre los seguidores de este fenómeno, que han formado ya una gran comunidad de intercambio de figuras, de las que se venden tres millones en todo el mundo al año.
¿Qué originó tanto furor por estas figuras?
Como parte del desarrollo de la cultura Kawaii, que comenzó a tomar forma en la década de 1970 como una respuesta a la estricta sociedad japonesa de la posguerra, los jóvenes recurrieron a la ternura y la inocencia como una forma de rebelión y expresión personal, misma que se ha convertido en todo un símbolo de la cultura japonesa a través de sus productos, personajes y coleccionables.
Cuando características alusivas a la ternura y la inocencia aparecen en figuras de bebés humanos o cachorros con grandes ojos y caras redondas, desencadenan una respuesta evolutiva primaria que lleva a los individuos a querer proteger ese objeto tan lindo, probablemente demasiado joven y débil para cuidar de sí mismo. Es ahí cuando, por su diseño, los Sonny Angels entran en escena para ganarse el corazón de los coleccionistas que no pueden resistirse al encanto que genera una vulnerable figura desnuda de un ángel con un sombrero de cebolla.
Sin embargo, está también el factor de los vínculos sociales de las personas: en una sociedad como la japonesa, en la que los vínculos afectivos no suelen ser muy significativos o las relaciones no tienen un gran peso debido a la carga laboral o estudiantil, los muñecos Sonny Angel ayudan a los jóvenes a "escapar de lo mundano" y dejar que su "niño interior sonría".
Sonny Angel: la promesa de felicidad que ha cautivado a celebridades
Si de algo presume el creador de estas figuras, es que el tener un Sonny Angel puede traerte felicidad, y quizá sea cierto, ya que varias celebridades han convertido a estas figuras en parte de su día a día: “No puedes evitar sonreír cuando ves uno”, comenta Bowen Yang, actor, comediante y guionista de Saturday Night Live, que los ha comenzado a coleccionar desde que los encontró en una tienda de artículos japoneses en Bryant Park.
Por si fuera poco, celebridades como Bella Hadid y Victoria Beckham, se han rendido también al encanto de estas figurillas, presumiendo que se han vuelto parte de su día a día llevándolos como dijes en sus llaves o accesorios en su teléfono.
El instinto protector que despiertan este tipo de figuras se 'enciende' o activa gracias a detalles de diseño que se aprecian en la pequeña anatomía de los Sonny Angels, ya que, en cuestiones estéticas, no sólo se mantienen de pie para poderlos lucir como un objeto decorativo más, sino que el detalle de su casco (o sombrero, en algunos casos) puede funcionar como un vínculo o factor en común entre sus coleccionistas, ya que pueden representar oficios o intereses afines a las personas que compran estos muñecos: desde los amantes de la botánica con la colección alusiva a las flores, hasta los entusiastas de los dinosaurios.
Aunque para muchos no lo parezca, los Sonny Angels son más que simples juguetes: son pequeños objetos de colección que transmiten felicidad y positividad, a los que sus aficionados consideran como amuletos de la buena suerte que presumen en redes sociales, convirtiéndolos así en un fenómeno global.
Foto de portada de Instagram
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