Olivier Rousteing sigue desatando pasiones con cada nueva propuesta a la cabeza creativa de Balmain. El diseñador francés, perfecto anfitrión del estilo más sensual y provocativo, deslumbra con un sofisticado desfile para la próxima temporada otoñal en el marco de la Semana de la Moda de París.
El creativo sigue apostando por una mujer atractiva y con un punto erótico, pero logra crear una colección donde su característico estilo se funde con la elegancia, la sofisticación y las tendencias más refinadas que reinaron en los años 80.
Repasamos un desfile que deja huella, en especial, a las amantes de las paletas cromáticas neutras, los hombros marcados y del savoir faire de Rousteing.
Lo último de Balmain destaca por seguir un ritmo in crescendo. Los primeros looks marcan la tónica de la colección pero se transforman en piezas más nocturnas a lo largo del avance del desfile. Las capas, en versión XXL, las botas mosqueteras en cuero mate y en piel tipo charol (tan altas que sobrepasan el muslo) y el uso del cuero son características que vemos a lo largo de toda la propuesta.
La mujer Balmain viste traje dos piezas con maxi blazers que juegan con distintas solapas y con unos hombros exagerados (muy a lo años 80). Asimismo, Rousteing se suma a la tendencia reina de la temporada y ajusta varios diseños a la cintura mediante un cinturón (al estilo Bottega Veneta). Las americanas conviven con abrigos de corte militar de aires masculinos y las blusas blancas brillan gracias al juego, al dinamismo y al movimiento que aportan los volantes.
La paleta cromática, por lo general en tonos neutros (con protagonistas como el camel, el verde oliva, el blanco y el negro), brilla con detalles en colores azul klein y en rojo. Además, con relación a los estampados, Balmain apuesta por los prints de estilo barroco, los estampados con cadenas y vemos, también, un look muy collage con rombos.
El desfile avanza y con él las horas del día. Para la noche, Olivier Rousteing saca a bailar los tejidos satinados, el terciopelo, los vestidos de noche fluidos (en tonalidades chocolate, beige y arena) y las lentejuelas. Dentro de una estética inspirada en los años 80, destacan los diseños de bustos ajustados a las curvas femeninas realizados en cuero y bañados de diversos colores (que nos recuerdan, inevitablemente, a Jean Paul Gaultier). Dos de los looks que más nos han llamado la atención del desfile son monocromáticos y están realizados con látex (parecidos a lo último de Saint Laurent).
En relación a los accesorios, más allá de las súper botas que ya hemos comentado, vemos guantes de piel, pendientes XXL (solo a un lado, alerta tendencia para esta temporada) y gafas de sol de corte cuadrado. Por último, los cinturones, pieza clave de la colección, cierran con un gancho dorado (que nos transportan, sin lugar a duda, a las últimas propuestas de la italiana Bottega Veneta).
Olivier Rousteing sigue creciendo en Balmain y nos seduce, temporada tras temporada, con desfiles más pulidos, elegantes y repletos de presentes y futuras tendencias.
Fotos | Imaxtree
