El desfile de Chanel es uno de los más esperados de la Semana de la Moda de París no solo por sus sublimes colecciones sino también por el montaje que cada año hace la Maison francesa en el Grand Palais parisino. Era difícil igualar al "Chanel Supermarket" del febrero pasado que tanto ha dado que hablar pero lo cierto es que, aunque de manera diferente, este año ha vuelto a sorpredernos a todos.
Cuando he llegado al desfile he descubierto que el "Boulevard Chanel" que se notificaba en la invitación había cobrado vida en el interior del Grand Palais. Como de costumbre, no le faltaba ningún detalle a la calle más fashion de todo París. Desde el asfalto hasta las alcantarillas pasando por los charcos de agua y los balcones típicos parisinos.
Un desfile en el que modelos míticas como Caroline de Maigret o Gisele Bündchen han compartido pasarela con top models mucho más recientes como Cara Delavigne o Joan Smalls. Un desfile único con rostros muy conocidos por todos con un final épico, una manifestación de todas las modelos apoyadas por Karl Lagerfeld en defensa de la libertad y los derechos de la mujer, está claro que Karl tiene la sartén por el mango de la Maison Chanel.
Karl Lagerfeld ha decidido crear una colección muy callejera. Prendas multicolores basadas en los grafitis que encontramos pintados en las paredes, de colores verdes con una inspiración mucho más safari e incluso estampados de camuflaje abstractos, rayas marineras de lo más típicas e incluso blusas y vestidos con la misma inspiración, unas prendas de noche cargadas de chapas metálicas y tomando los colores negro y blanco como fundamentales de parte de la propuesta. No podemos olvidar piezas clave como los mini-vestidos cuajados de decoraciones o los accesorios de color dorado.
Ver 6 comentarios