Mientras los desfiles de la Semana de la Moda de París se van sucediendo uno tras otro a un ritmo vertiginoso, sin tiempo de asimilarlos y de detenernos apenas a distinguir el autor o la temporada, hay algunos diseñadores que consiguen parar el tiempo, crean un momento mágico, haciéndonos soñar y creer que la moda es arte, y no sólo un negocio en el que hay obtener ventas, rentabilidades y repercusión mediática.
Oliver Theyskens me ha ido conquistando poco a poco y ahora estoy totalmente rendida a sus pies. Para el próximo otoño-invierno 2009/2010 ha creado una silueta longuilínea (sobre todo, gracias a unos zapatos de plataforma de ¿20 centímetros? sin tacón), en unos momentos delicada, en otros poderosa, pero siempre igualmente impactante.
Nina Ricci apuesta por el negro, con algún ligero destello de morado o fucsia. Sus mujeres lo mismo visten de traje, con hombreras marcadas y pantalones fluidos,
que lucen sexys minivestidos ochenteros,
que se disfrazan de mujeres galácticas con un traje hecho de estrellas brillantes.
Las chaquetas cruzadas con una botonadura que se va abriendo hacia el cuello me han encantado.
Lo mismo que este vestido de gasa transparente con exagerado cuello y detalle de frunce en la cintura.
Para la noche, sus vestidos se llenan de formas sinuosas, de volantes, con el efecto corto por delante y largo por detrás que tanto nos llamó la atención en esta temporada primavera-verano 2009.
En Trendencias | Nina Ricci en la Semana de la Moda de Paris Primavera-Verano 2009
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