Stella McCartney terminó el desfile con una fiesta: las modelos bailaron y cantaron Faith, en homenaje a George Michael, pero la pasarela se llenó de looks sobrios y serios, pensando en una working girl que sabe lo que quiere. La tradicional sastrería inglesa se reinventa con americanas largas que se convierten en vestidos, con pantalones de tiro alto que se ajustan en la cintura, con el estampado pata de gallo que se mezcla en divertidos patchwork, y adoptando en el talle formas muy femeninas a modo de corsé.
Stella McCartney y su causa vegana hace que utilice pieles en la colección otoño-invierno 2017/2018, pero ninguna esté realizada con animales, por eso, lo bien que luce el cuero y el ante teñidos de colores tiene doble mérito.
Son igualmente ideales los diseños en punto de lana, todo suavidad y calidez para un otoño-invierno en el que el frío no asustará.
Y nos encanta este look inspirado en Isabel II en Balmoral, que demuestra que los looks tradicionales ingleses también pueden ser muy chic.
La parte delicada del desfile viene de la mano del encaje, de las transparencias y del terciopelo para unos looks nocturnos delicados.
Fotos | The Impression
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