14 consejos que funcionan para enfriar la casa sin encender el aire acondicionado

Con la llegada del calor intenso del verano, mantener la casa fresca es una prioridad. No obstante, no todo el mundo dispone de aire acondicionado en casa y, si lo tienes, usarlo implica un importante desembolso económico, además del impacto medioambiental. Para aquellas personas que busquen ahorrar en verano y/o prefieran optar por soluciones sostenibles, existen métodos alternativos que permiten enfriar la casa sin necesidad de depender en exceso de la electricidad.

Según datos de Kronos Homes, en la mitad de los hogares españoles no hay aire acondicionado. Además, en en dos de cada diez de aquellos que sí tienen no pueden permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada utilizándolo, lo que hace más necesario que nunca recurrir a trucos caseros para enfriar la casa. Por suerte existen diferentes formas de conseguirlo sin necesidad de encender el aire acondicionado:

Ventilación natural

Ventilar la casa es uno de los métodos más simples y efectivos, siempre que se haga a un horario adecuado. Durante las noches, abrir las ventanas puede ayudar a la circulación de aire fresco, al contrario de lo que ocurre durante el día, cuando es necesario cerrar ventanas, persianas o cortinas para impedir la entrada de aire caliente.

Además, tenemos la ventilación cruzada, que implica abrir ventanas en extremos opuestos de la vivienda, facilitando la salida del aire caliente hacia el exterior. Este proceso puede ser aún más efectivo si se colocan ventiladores estratégicamente para ayudar a mover el aire caliente.

Bloquear la entrada de rayos solares

Los rayos solares penetrando en el interior de la vivienda influyen de manera notable en el aumento de su temperatura. Las cortinas, persianas y toldos son los mejores aliados para bloquear la luz solar directa, y mejor si son de colores claros porque estos tejidos reflejan la luz del sol en vez de absorberla.

En caso de tener jardín, también puede ser muy efectivo plantar árboles o instalar pérgolas con enredaderas que proporcionen sombra y reduzcan el calor que puede llegar a absorber la vivienda del exterior.

Aislamiento y sellado

Contar con un aislamiento eficaz es fundamental para mantener la casa fresca. Para evitar que el calor entre en casa hay que aislar paredes, suelos y techos, sobre todo si se vive en un ático. Del mismo modos, conviene sellar las rendijas y los huecos de puertas y ventanas para evitar la entrada de aire caliente. Un buen aislamiento puede comenzar con la elección de vidrios tintados que absorben una parte de la radiación solar.

Agua

El agua ayuda a absorber y dispersar el calor. Instalar fuentes en el jardín, por ejemplo, ayuda a proporcionar sensación de frescor a la vivienda. En los interiores, la evaporación del agua puede enfriar el aire circundante. Utilizar un equipo de refrigeración evaporativa es una excelente manera de bajar unos grados la temperatura ambiente.

Electrodomésticos y bombillas eficientes

Los electrodomésticos pueden generar una cantidad considerable de calor. Apagarlos cuando no están en uso ayudará a que la casa esté más fresca y el evitar usarlos, en la medida de lo posible, durante las horas más calurosas del día.

De igual manera, las bombillas tradicionales contribuyen a elevar la temperatura de una estancia, pero si se cambian por bombillas LED o de bajo consumo se rebajará la emisión de calor y se consumirá menos energía.

Trucos caseros para enfriar la casa

No obstante, existen multitud de otros trucos caseros más que permiten rebajar unos grados la temperatura del interior de una casa  yproporcionar mayor sensación de frescor:

Toallas húmedas: colgar toallas húmedas en las ventanas puede ayudar a enfriar el aire que entra en la casa. Sobre todo, en días que corre brisa.

Bañeras de agua: colocar un recipiente grande, como un barreño, lleno de agua fría contribuye a reducir la temperatura de una habitación. ¿Cómo? El agua se evaporará lentamente, enfriando el aire circundante.

Ventiladores: los ventiladores, entre ellos los de techo, crean una agradable corriente que permite que la temperatura interior sea percibida como más baja de lo que realmente es.

Sábanas de algodón: las sábanas de algodón son más transpirables que las confeccionadas con otros tejidos y pueden ayudar a dormir mejor por ello.

Andar descalzos sobre pisos fríos: quienes tengan suelos de baldosas o de piedra pueden aprovechar que siempre están frescos para caminar descalzos y rebajar la temperatura corporal.

Plantas de interior: algunas plantas, como el aloe vera o el ficus, contribuyen a que el mercurio no se dispare en el interior de la vivienda.

Fabricar un acondicionador de aire casero: llenar un tazón con hielo y colocarlo frente a un ventilador hará que el hielo se derrita y el ventilador arroje un aire más fresco.

Camas con dosel: las personas que tengan una cama con dosel pueden aprovechar la estructura para colgar sábanas húmedas que rebajen la temperatura de la habitación a la hora de conciliar el sueño.

Usar colores claros en la decoración: pintar las paredes de colores claros, usar tejidos apagados para el sofá, la cama o los cojines, y elegir puertas y muebles blancos ofrece una mayor sensación de frescor.

Foto de portada | Rumman Amin

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