Ahora que se acercan las rebajas, hay que ir calenando motores y no solamente respecto a qué comprar, sino de cara a qué ponerse para poder hacer frente a esas maratonianas jornadas que muchas esperan con ansia durante todo el año. La máxima universal: ponerse cómoda.
En tiempos de crisis, los saldos vienen como agua de mayo, y nada peor que arruinar nuestras estrategias de gasto inteligente con un mal look. La primera e inquebrantable regla a seguir es que de compras, nunca hay que ir con pantalones, porque el tiempo que se pierde entre probador y probador es precioso. Además de suponer un agobio absoluto.
Lo segundo, obviamente, es evitar los tacones. Ponte siempre plana.
Las bailarinas son las más fieles compañeras en estos casos. Si no usas, a poder ser no tires de sandalias, zapatillas deportivas o zapatos que tengan hebillas o cordones, aunque si solamente te vas a probar faldas o partes de arriba, no hace ni falta: al contrario, no tendrás que quitártelos e irás mucho más rápido.
Evita llevar exceso de complementos o bolsos demasiado grandes, tira mejor de bandoleras fáciles de colgar que no te pesen (y no mantegan tus manos ocupadas, dato importante), y sobre todo, huye de las multicapas: no lleves jersey, chaqueta, cazadora, pañuelo, etc...con un sencillo vestido y la cartera, te vale.
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