La clave del acierto en todo evento y ocasión especial es ante la duda, apostar siempre por la sencillez. Nada de rosetones, drapeados, pedrerías, incrustaciones, volantes, volúmenes y abullonados: a riesgo de excedernos, lo mejor es ir a lo simple y llano de los vestidos más simples y acomplicados, y adornar nuestro look con complementos.
Los elementos decorativos en los vestidos no son siempre un plus, a veces es mejor pecar de precavidas y apostar por tejidos no demasiado suntuosos, cortes no especialmente atrevidos, y siluetas lo más honradas posible con nuestros cuerpos. Así que ya sabes, esta primavera aprovecha el buen tiempo para prescindir del efecto recargado y acertarás seguro.
Si no estás demasiado segura de la conveniencia de brillos, bordados, cristales, o escote o rajas a destiempo, lánzate a las líneas más depuradas y apuesta por vestidos tirados cuyo máximo atractivo sea justamente su falta de pretensión.
Tampoco hace falta que te cortes de pequeños detalles que enriquezcan tu estilismo, pero como en este ejemplo que ilustra Dianna Agron, si apuestas por un escotazo, que se compense después el efecto sexy con una caída cero estrecha y pegada al cuerpo.
Si apuestas por la silueta bodycon, al estilo Nicole Richie, que el cuello sea cerrado y el protagonismo se lo lleve un buen estampado.
Si no te gustan las estrecheces aprovecha el tirón bohemio hippy y tira de maxi-caftanes.
Preferiblemente con estampado paisley para bordar un total look (aquí vestido de Mango).
Así como de print liberty y aires campesinos (vestido también de Mango).
Y si lo tuyo son más los aires retro no renuncies al toque vintage y haz como Whitney Port.
Aquí vestido de French Connection que puedes encontrar en este link de asos.
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