Desde hace unas temporadas los bolsos en formato mini se habían apoderado de nuestros armarios y looks encabezados por la inspiración salida de la mente de Jacquemus en su adorado, viralizado e icónico Le Chiquito, un diseño disponible en varios tamaños y cuya versión más pequeña solo sirve a supuestos estéticos e irónicos. La moda siendo arte, algo que nos encanta.
Sin embargo, como ya adelantamos en nuestro artículo sobre los bolsos en tendencia de 2023, lo maxi están de vuelta, algo que ha provocado que el tote bag se convierta en uno de los imprescindibles que veremos por doquier esta temporada otoño-invierno.
Una de las cosas más positivas de usar bolsos mini es que simplemente llevamos en ellos aquello que estrictamente necesitamos, mientras que una alternativa como el tipo tote se llena de lo mismo que las maletas de viaje para un fin de semana, de por si acasos. No obstante, está claro que es uno de los mejores aliados para nuestro día a día, paso por la oficina incluido.
Este tipo de bolsos fueron lo más durante la segunda parte de la primera década de los 2000 y los primeros años de los 2010, siendo sus mejores abanderadas celebrities como las exactrices y actualmente diseñadoras de moda Ashley y Mary-Kate Olsen, fundadoras de The Row, una de las firmas más exitosas del momento y representativas de la tendencia del lujo silencioso. Antes de ser empresarias, las gemelas más conocidas de la cultura pop fueron iconos de estilo y era habitual verlas con algún bolso gigante de Hermès o con el City de Balenciaga en su versión más extra.
Justo esta semana hemos visto llegar a Venecia al actor Jacob Elordi, que acaba de presentar en el festival de cine su último trabajo, Priscilla, una película de Sofia Coppola que aborda la vida de la mujer de Elvis Presley poniéndola a ella en el centro de la historia. El intérprete desembarcaba en la ciudad de los canales con el nuevo modelo del Speedy Monogram de Louis Vuitton, uno de los actuales objetos de deseo de medio mundo que también fue lo más hace unos 10 o 15 años.
No obstante, no ha sido el único en apostar por los bolsos maxi, sino que también hemos visto a Sofía Vergara con una propuesta de Dior, que lleva un tiempo volviendo a este tipo de accesorio, especialmente durante el verano gracias a su famoso Book Tote, y a Angela Jolie con una alternativa de Celine.
Si en tu vestidor aún no hay bolsos de este tipo, te recomendamos encarecidamente, siempre y cuando te lo puedas permitir, que inviertas en el modelo Le Pliage de Longchamp, una opción clásica de la casa francesa en nylon, un tejido muy resistente y fácil de limpiar, con asas de cuero. Es perfecto para viajar porque cabe absolutamente todo y para llevar el portátil. Su precio es de 120 euros.
Fotos | Gtres et al. y Longchamp
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