El fast fashion provoca que si vamos de tienda y hay algo que nos gusta, nos lo llevemos a casa de inmediato. No vaya a ser que en dos días esa prenda se haga viral y desaparezca de la vista. En tiendas como Zara o H&M la rotación de prendas es tan rápida que muchas pasan en un visto y no visto, haciendo que compremos sin pensarlo dos veces. Pero llegamos a casa, y aún estamos a tiempo de devolver la prenda si no nos termina de convencer. Sigue esta guía para ver si te debes quedar o no con la prenda recién comprada.
Pruébate de nuevo la prenda en casa. Todas sabemos que los probadores de las tiendas mienten como cosacos, y en tu casa, con los zapatos que llevarás la prenda o probando distintas combinaciones verás si la prenda te queda realmente bien, si te favorece con la luz natural y si tu nueva compra tiene posibilidades.
Revisa tu armario, y comprueba que esa nueva adquisición se puede combinar con al menos tres looks diferentes de los que ya tienes en el armario. Eso te permitirá usarla de distintas maneras sin que te canses de ella. En cambio, si necesitas comprar algo más (una falda que combine, unos zapatos que le queden bien) porque no tienes con qué ponerte lo nuevo, puedes devolverla (salvo que tu tarjeta de crédito te permita ir de compras una y otra vez).
Mira la etiqueta. Si el tejido es delicado, y requiere que lo laves en lavandería, es mejor que te olvides de esa blusa. Te costará más limpiarla que comprar otra nueva.
Si tu armario está a punto de estallar y no te cabe nada más, olvida de traer nada nuevo a casa. Te gusta comprar y comprar, pero no sabes ni lo que tienes. Antes de apretujar aún más todos tus bienes, te conviene hacer algo de sitio y limpiar un poco el armario, donando las prendas que ya no te pones y tirando las que no están en perfecto estado o ya no son de tu talla.
Descubres que es la quinta falda negra que tienes. Sí, te encantan las faldas negras y te las pones mucho, pero ¿no crees que ya tienes suficientes?
Es una prenda estrella que te puede servir en las grandes ocasiones. Quédatela, un capricho de vez en cuando no viene mal. Si ese vestido te hace sentir especial, merece la pena.
Se trata de una prenda de entretiempo o de fondo de armario. Si puedes llevar ese jersey en verano y en invierno, si es un color fácilmente combinable, seguro que le sacas mucho partido y será una compra excelente.
- Deberías tener un 80% de prendas neutras, básicas, y un 20% de prendas más atrevidas, con prints o cortes vanguardistas. También deberíamos tener un 60-70% de prendas que te sirva de para ir a trabajar, un 15-20% para salir de noche y arreglarse un poco más, y otro 15-20% de prendas para estar cómoda y relajarte el fin de semana. Comprueba que tu nueva adquisición se ajusta a este armario perfecto y que rellena lo que te falta.
- Analiza si esa prenda es de tu estilo y si resulta lo suficientemente cómoda para lucirla. Puede que nos hayamos dejado llevar por el último look de una bloguera y ese vestido boho no pegue en absoluto con nosotras o puede que esos tacones sean preciosos pero incompatibles con nuestras jornadas maratonianas. En cualquiera de los dos casos, nuestra compra se morirá de risa en el armario si no nos la ponemos, y eso es tirar el dinero. Así que mejor pasar por la tienda y devolverla mientras podamos.
¿Cómo te defines a la hora de comprar? ¿Eres de las que se lo piensa dos veces cuando llega a casa o acumulas prendas sin estrenar con la etiqueta puesta?
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Fotos | Pinterest, Fashion hippie loves
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