A veces una se levanta con ganas de poner en práctica al 100% todos los conocimientos adquiridos en la carrera de periodismo durante cuatro años y, de repente, a ello se le une un arrebato más propio de una ama de casa de los años 50 de Estados Unidos que de una joven millennial, casi, casi Z (en realidad no): limpiar de arriba a abajo el frigorífico. No se veía un combo tan mágico desde los tiempos de Ana Obregón y Ramón García presentando las campanadas.
Después de esto, ¿qué podía salir mal el fin de semana? ¡Pues nada! Por eso el planazo no hizo más que mejorar, ahora también quería ser artemaniaca y hacer mi mejunje, por lo que decidí que ya que me ponía, lo hacía de lo más en serio, prueba de truco viral incluida con más expectativas que cuando intentamos lo de poner sal y vinagre en la escoba para limpiar mejor.
En la reunión de redacción de hace unos días vimos que había un consejo sobre usar un rollo de papel higiénico empapado en agua con bicarbonato para eliminar los olores de la nevera, así que teniendo en cuenta que estaban todos los ingredientes de la receta, me puse manos a la obra.
Lo primero fue, por supuesto, vaciar el frigo aún a riesgo de que se estropearan algunos víveres, que yo por ahí no paso. Después tocaba sacar baldas y cajones para dejarlos relucientes. Es cierto que al ser una persona normal la nevera estaba en buenas condiciones, alguna manchita hubo que sacar, un poquito de raspado en aquella esquina del fondo y listo.
Oye, la mancha oscura se cayó al vaciar el frigorífico, ¿eh? Que te conozco.
Sí, lo sé, está la bandeja tan limpita que solo la distingues por el filito de arriba.
Como recién instalado. Todo desinfectado, interior incluido.
Rollo de papel empapado en agua con bicarbonato.
Todo en su lugar. Como verás, en esta casa ha dos personas con estilos de vida muy diferentes.
Y después de un buen rato colocando bandejas y cajones y de devolverlo todo a su lugar, el resultado es inconcluyente. Decepción máxima, lo sé, pero es la verdad, y aquí lo que cuenta es eso. Sinceramente, mi frigorífico no olía mal ni raro antes de poner en práctica el truco del papel higiénico y ahora tampoco.
Creo que para obtener una conclusión más real hay que esperar un pelín más. Ahora desde luego huele estupendo, como si fuera nuevo, pero claro, también es que antes de poner el rollo lo primero que te aconsejan, como es normal, es que limpies y desinfectes todo, por lo que me gustaría tener unos días más para sacar algo en claro.
Mientras tanto, si te entra la vena de la superlimpieza, te dejo mejor estos trucos para limpiar plata y para blanquear ropa, que estoy segura al 100% de que funcionan.
Fotos | Cristina Sobrino Calado.
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