Cuando hablamos de piezas de fondo de armario, una gran retahíla de prendas aparecen ante nosotras con la pretensión de hacernos la "vida" más fácil. Entre estas propuestas encontramos una camisa blanca, un blazer, un pantalón vaquero... y un vestido corto de color negro. Esta prenda es perenne y promete no pasar jamás de moda. Hoy os mostramos tres razones (por acotar la lista y no hacerla interminable) que determinan la importancia de tener un diseño a mano -o muchos-.
Son perfectos para las ocasiones más especiales
No importa si se trata de una cita romántica, una cena formal o un evento de etiqueta, este tipo de vestido puede acompañarte para sacar lo mejor de ti. Los complementos juegan un papel importante, moldeando el estilo final del look para deslumbrar con muy poco.
Por más que pasen los años, jamás pasan de moda
Cuando decimos que esta prenda es perenne, lo decimos de manera literal. Jennifer Aniston lo sabe y este look de la década de los 90 podría ser de hoy mismo. Por más que pasen las tendencias, este tipo de prenda siempre está a la orden del día.
jennifer aniston lbd
Casan con todo (de manera literal)
Otra razón contundente para tener a mano un LBD (aka little black dress) es que se trata de una prenda comodín que casa con todo: no importa que estilo quieras llevar, este vestido se adaptará a él. Ya sea con zapatillas deportivas, zapato de tacón o incluso botas camperas, el vestido negro siempre nos hará estar perfectas.
emrata lbd
Foto principal | H&M
Fotos | Pinterest, Instagram @chiaraferragni
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