Seguro que mil veces has dudado de si comprar una prenda o no. Te ha encantado su diseño, pero una vez que la tienes en la mano, no sabes si merece la pena comprarla o no. Hay que pensar con qué combinarla, si te pondrás realmente la prenda o se morirá de risa en el armario sin estrenar. También resulta fundamental que la prenda pase unos estándares mínimos de calidad, porque no es cuestión de comprar algo y que al de dos días esté para tirar a la basura. Antes de ir de compras, comprueba esta checklist para asegurarte de la calidad de una prenda.
El tejido
No hace falta gastar mucho para tener una buena prenda. La calidad de una prenda no siempre está en relación con el precio que pagas, y una de las cosas que mejor indican su calidad es el material indicado en la etiqueta. Lo ideal son los tejidos naturales, como el algodón o la lana, que duran más que los tejidos acrílicos, son más cómodos de llevar y son transpirables. Aún así, no todos los tipos de algodón son iguales, y algunos resisten mejor el paso del tiempo que otros. Fíate de tu tacto, del grosor y densidad de la prenda y del peso de la prenda en tu mano.
Otros tejidos, como la seda, pueden ser muy duraderos y de calidad, pero si requieren que cada lavado lo hagas en una tintorería puede que no te merezca la pena comprar la ropa. Igual sucede con las lentejuelas: son preciosas, pero si están mal cosidas, en dos días te quedarás sin ellas.
El corte de la prenda
Una prenda debe quedar bien ajustada en los hombros, en la cintura, o en la cadera, sino quedará fatal y parecerá barata y vulgar por mucho que hayas pagado por ella. Si te has encaprichado de la prenda siempre la puedes llevar a arreglar al costurero, pero piénsalo antes de comprarla.
Para ver si la tienes cómoda y de tu talla, muévete con la prenda en el probador antes de pasar por caja: agáchate, mueve los brazos, siéntate y comprueba que el pantalón, la falda o el vestido te permite libertad de movimientos.
Ojo también con las camisas a las que siempre se les desata el botón en la zona del pecho, con los cuellos demasiado holgados, con los escotes que enseñan más de la cuenta a la mínima, de las sisas demasiado pronunciadas, etc. Si no te importa mostrar sujetador, adelante, pero si presumes de modestia, te molestará ese tirante que no para de caerse.
Las costuras
Muchas prendas vienen fatal rematadas, lo que provoca que en seguida se descosan. Mira las costuras del derecho y del revés para comprobar que no haya fallos o puntos sueltos, que están bien apretadas y en línea.
También es importante fijarte en el forro de la prenda, suele ser un buen indicador de la calidad de la misma, ya que las prendas con forro suelen sentar mucho mejor. Los grandes costureros siempre construyen una gran prenda desde el interior hacia el exterior.
Los estampados
Los estampados deben quedar alineados, y no verse cortados en la zona de las costuras. De hecho, una de las mejores maneras de saber si un bolso es falsificado o no es comprobar si el logo se ve bien o si aparece cortado. Si compras una camisa de cuadros, fíjate como queda el estampado en los bolsillos, la zona del cuello o de los hombros. Si es una prenda buena, estará todo en su sitio.
Las arrugas
Arruga la prenda en tus manos, si se quedan las arrugas demasiado marcadas, es mejor que te olvides de ella. Cuando la uses o la laves el resultado serán demasiadas arrugas y una prenda que parece de poca calidad y hace un feo efecto.
En definitiva, se trata de mirar la prenda dos veces antes de comprarla, de fijarte en lo que te hace sentir, en como te ves con ella, de comprobar las etiquetas y de mirarla en su conjunto, no solo vale que te hayas enamorado a primera vista y luego te arrepientas de tu compra.
Fotos | Fashion hippie loves, Viva Luxury
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