El mundo de los noventa regresa con fuerza, no cosas horribles como el talle alto y los bajor remangados para que se vean tus Nike Air, pero si ciertas texturas y ciertos estilos. En este caso son los vaqueros tye-dye o deslavados como se conocían en mis tiempos mozos, cuando los use por primera vez.
Tenía un juego de vaqueros bombachos y chaleco deslavados que me ponía con una camisa blanca y botines cortos. Todo un símbolo noventero. Pero ahora gracias a los creadores de tendencias esto va mejorando y ya no hay bombachos ni chalecos tye-dye, más bien todo se resume a pitillos ajustados y boyfriend jeans arremangados que crean el estilo rocker que llevaremos el próximo otoño.
El punto del deslavado es que ahora ya no tiene una base en azul y algunos toques “con lejía” en la tela que crean el efecto salpicadura, más bien ahora el fondo del vaquero opta por el tono claro con algunas manchas oscuras del color original. Este tipo de deslavado va acompañado de roturas, agujeros y mucho rasgado.
Lo que más me gusta es el efecto que crea y la forma tan simple en que visten y logran el rocker más puro. Una camiseta negra, con o sin mangas, una americana tipo boyfriend e incluso una camisa con volantes o lazo al cuello hacen lo suyo en la parte superior.
Y obviamente para los pies son necesarios unos botines con multicorreas y broches, una botas altas medio corrugadas o unos stilettos ultrapuntuagudos. Incluso si nos pudieramos hacer con unos Very Privé de Christian Louboutin con tachuelas craríamos ese efecto de inicios de los noventa, pero modernizándolo y haciéndolo más chic.
Foto | La vida de Serendipity