El pekinés es una de las razas más demandadas en todo el mundo. Su tamaño reducido lo convierten en uno de los que, como sucede con el bulldog francés, mejor se adaptan al entorno urbano. Aunque que su cara achatada y patitas cortas no te engañen porque se trata de un perro con mucho carácter y alma de aguardián sin nada que envidiarle a un dóberman. Aunque amoroso con su familia y amigos humanos.
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Las once mejores fotos de la raza pequinés o pekinés
Miden entre 15 y 25 cm y, por lo general, rondan los 5 kg de peso. Aunque pueden llegar hasta los 8 kilogramos.
No obstante, Son pequeños pero pesados debido a su sólida estructura ósea.
La cabeza es plana y muy grande en relación con el cuerpo. La piel de la cara presenta pliegues y su hocico es chato. Sus ojos están muy separados y tienen un color oscuro.
Sin embargo, si destacan por algo es por su espectacular y abundante pelaje, que forma una melena alrededor del cuello. Su melena demanda grandes cuidados, siendo indispensable cepillarlos regularmente desde que son pequeños. Además de realizar visitas periódicas a la peluquería para que su pelaje no crezca de forma salvaje.
En cuanto al color, pueden presentar casi cualquier variante y en mezclas de tonalidades de hasta dos o tres tipos.
Las orejas del pequinés le cuelgan al costado y cuentan con gran cantidad de flecos. Las patas, por su lado, son cortas, teniendo las delanteras mayor grosor que las traseras.
La cola es muy peluda y tienden a llevarla erecta y curvada sobre alguno de sus lados. Su esperanza de vida se encuentra entre los 12 y los 14 años y no suelen ser ruidosos, aunque ladrán a los extraños que invaden su territorio.
Es una de las razas de perros de compañía más numerosas en todo el mundo y es que disfrutan de la compañía humana. Sobre todo, cuando están con las personas a las que quieren, son muy atentos y cariñosos. Disfruta de los mimos y, precisamente por eso, es un animal que necesita mucha compañía.
Durante mucho tiempo, el pequinés se consideró un privilegio de la realeza, como también ocurre con el bichón maltés, y su exportación a otros países estaba prohibida. Además, robar y hacer daño a uno de estos perros se pagaba con la cárcel o incluso con la muerte.
Pueden adaptarse bien a vivir en espacios pequeños pero no toleran tanto la soledad. Así que no es buena idea dejarlos solos durante largos periodos de tiempo.
Al pekinés se le considera perro faldero por lo mucho que le encanta recibir cariño y atención. ¿Quién no iba a querer dársela?
Origen del pequinés
El pequinés es una de las razas más antiguas que se conocen, los primeros documentos que lo reconocen datan del siglo VIII (durante la dinastía Tang). Se considera nativa del sudeste asiático y descendiente de los perros lanudos del Tíbet, aunque según una leyenda china, su origen se remonta a la unión de un león y una mona.
De hecho, el pequinés era venerado por los monjes budistas porque su aspecto chato recuerda a los leones de Fu (que vendrían a ser como las gárgolas en Europa). Para el budismo, estos leones son protectores y defensores de la ley y se encuentran custodiando muchos edificios.
Es por ello que la nobleza china criaba perros con cara plana, como el carlino (también conocido como pug) o Shih-Tzu. A esta raza de perro la consideraban parte de la familia y la realeza, por lo que convivían con los príncipes y duques dentro de su palacio y no en otras estancias como el resto de animales de compañía.
Aunque el pequinés era una raza totalmente desconocida para el resto del mundo hasta las guerras del Opio, cuando las tropas británicas invadieron Pekín y la casa del emperador en 1860. Los soldados ingleses llevaron los perros que sobrevivieron como botín a la reina Victoria y pronto se popularizaron en toda Europa.
Características del pequinés
El pequinés es leal a los suyos pero desconfiados con los extraños, manteniendo una actitud fría y de alerta. En general, es un perro que está alerta a su entorno, por lo que son buenos guardianes. También son bastante independientes, llegando a ser despreocupados de más con otros animales.
En sintonía con su carácter reservado, son muy hogareños y en el entorno familiar se llevan muy bien con niños, ancianos y personas sedentarias. No se trata de un perro que pida actividad física y, de hecho, no les gustan demasiado los paseos, siendo necesario sacarlos, al menos, una vez al día.
El perro pequinés tiene fama de ser terco y difícil de adiestrar, pero esto se debe a que responden muy mal a las órdenes mediante el método tradicional. Un entrenamiento enfocado en el refuerzo positivo da mejores resultados con esta raza.
En lo físico, el pelo es una característica fundamental en esta raza. Es largo y liso y debe tener más textura en el exterior y ser ligeramente más suave y lanoso en el subpelo. Este, precisamente, es el que proporciona al Pekinés su aspecto abultado.
Cuánto cuesta un pequinés
El Pequinés es una de las razas más populares y los criadores profesionales suelen cobrar cifras en un rango que va de los 800€ a los 1600€ por un cachorro con papeles. No obstante, los precios de venta de los criadores de patio, generalmente, son inferiores y suelen ser negociables.
No obstante, las protectoras y las perreras (a las que podemos ayudar hasta sin adoptar) están llenas de animales que necesitan un hogar, por lo que siempre recomendamos la adopción como primera opción, antes que comprar. Y, sobre todo, hacer cualquier de las dos cosas siendo conscientes de la gran responsabilidad y dificultades que entraña tener un perro a nuestro cargo.
Foto de portada | iStock
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