Los 32 pueblos más bonitos cerca de Barcelona para una escapada de fin de semana

Aunque Barcelona es una de las ciudades más impresionantes del mundo, Cataluña tiene mucho más que ofrecer. Pueblos costeros, villas medievales, naturaleza de interior... A muy pocas horas de la capital de esta comunidad autónoma podemos encontrar lo mejor de todos los mundos. Ya sea para huir del bullicio de la ciudad, para hacer una escapada romántica o una excursión de ir y volver en el día, cualquiera de estos pueblos son una opción infalible.

Ullastret

En Girona podemos visitar el pueblo más antiguo de Cataluña. Se trata de Ullastret, una localidad con apenas 250 habitantes y más de 20.000 años de historia. Además, alberga un yacimiento considerado la ciudad ibérica más grande de Cataluña. Además, está a menos de dos horas de Barcelona y su conjunto medieval fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2000.

Beget

Beget es un pueblo que se mantiene prácticamente virgen, conservando la belleza natural y rural de antaño. Tanto que está considerado una joya del románico. Situado entre la Alta Garrotxa y los Pirineos, cuenta con apenas 20 habitantes y su postal se compone de casitas acogedoras y masías de piedra rodeadas de naturaleza. Aunque la piedra es la gran protagonista también por sus dos puentes medievales y la Iglesia Románica de Sant Cristòfol, de estilo románico.

Palafrugell

Este pueblo marinero es uno de los enclaves con más encanto de la Costa Brava, perfecto para vivir un verano idílico en el Mediterráneo. La esencia de Calella de Palafrugell se resume en: aguas cristalinas, barcas varadas en la arena, pinares que llegan hasta el mar y la tradición de un pueblo pesquero que ha mantenido su esencia a pesar del paso de los años y del turismo.

Durro

Apenas tiene 80 habitantes y se encuentra a más de 1.300 metros de altitud, dentro del Pirineo Catalán (en Lleida y a solo 300 kilómetros de Barcelona). Además de una naturaleza espectacular, cuenta con dos iglesias declaradas Patrimonio de la Humanidad y, por todo ello, Durro es la escapada ideal para desconectar del ruido de la ciudad.

Rupit

A menos de dos horas en coche de Barcelona, se esconde un pueblo medieval de los de cuento. Aunque no solo enamora por sus casitas de piedra de ensueño, también por lo excepcional de contar con la cascada más alta de toda Cataluña (salto de Sallent, con una caída libre de unos 115 metros) y por el  particular camino que hay que recorrer para llegar a su centro histórico. Hasta la Organización Mundial del Turismo cayó rendida a los pies de Rupit y la incluyó en su lista de Best Tourism Villages 2022.

Rajadell

A solo una hora de Barcelona, a esta localidad de pasado medieval se puede llegar fácilmente en tren. Se trata de Rajadell, un municipio de solo 535 habitantes en el que destaca una calle Mayor con casas de piedra muy bien conservadas y construcciones religiosas originarias los siglos XIV y XVII. Aunque la joya de la corona es el castillo de Rajadell, que data del siglo XVII y es uno de los castillos más grandes y bien conservados de la comarca.

Horta de Sant Joan

Horta de Sant Joan tiene un núcleo urbano cargado de historia, con sus calles empedradas, y una historia de amor que tiene al mismísimo Picasso como protagonista. Todo ello rodeado de naturaleza, con la sierra de Pesells al norte, el Parque Natural dels Ports al sur y los ríos Algars, Canaletes y Estrets recorriendo el municipio.

Castellfollit de la Roca

Castellfollit de la Roca se caracteriza por sus estrechas callejuelas que desembocan en la antigua iglesia de Sant Salvador. Y, sobre todo, porque se alza sobre un espectacular risco basáltico de 50 metros de altura y de casi un kilómetro de largura, recortado por el río Fluvià. Un lugar único en Girona el que relajarse y dejarse llevar.

Cadaqués

Para muchos, es el pueblo costero más bello de Cataluña e incluso de toda España. Se trata de Cadaqués, una localidad de la Costa Brava y de las más emblemáticas del litoral de Girona. No obstante, a este pueblo blanco no llega el transporte público y solo se puede acceder a él tras atravesar una carretera llena de curvas cerradas entre montañas. Una vez allí, sorprenden sus impolutas casas blancas con puertas y ventanas de color azul, su pequeña playa integrada en el casco urbano y las calles estrechas (algunas de ellas revestidas de rastell, que son piedras extraídas del mar y colocadas en forma de espiga en el suelo).

Besalú

En Cataluña lo pueblos medievales con encanto se esconden en cada rincón. Aunque Besalú es otro nivel. Su mayor atracción es el Puente Medieval, que es lo primero que se ve al llegar a la ciudad. Pero también su monasterio ofrece una visión única, convirtiendo a este pueblo de montaña de Girona en una belleza en la que apetece perderse.

Palau-Sator

Situado en la comarca del Baix Empordà, el núcleo del pueblo sigue manteniendo su arquitectura medieval. De hecho, tiene una zona amurallada en la que destaca la Torre de las Horas, que formaba parte del castillo Palau-Sator. No obstante, los romanos también dejaron su impronta en la villa. Con un pasado así no es de extrañar que su conjunto histórico fuera declarado Bien Cultural de Interés Nacional en 2017. Además, tiene una gran cultura sardanista.

Guimerà

Solo 270 habitantes habitan Guimerà, el que algunos consideran el pueblo medieval más bonito de Cataluña. Aunque se tiene constancia de población desde el neolítico. Se encuentra en la comarca de Urgell, en la provincia de Lérida. Además de ofrecer un paisaje natural muy típico de la zona, donde los verdes pinos contrastan con los tonos tierra de los cultivos de secano, el pueblo fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional en 1975.

Conesa

La arquitectura medieval también es protagonista en Conesa, en Tarragona. Esta villa se encuentra totalmente amurallada y en lo más alto de la misma se ubica su castillo. La torre de la iglesia sirvió en su momento como construcción defensiva y en 2011 también se ganó la etiqueta de Bien Cultural de Interés Nacional.

Empuriabrava

Una hora y 47 minutos es lo que se tarda en llegar a este paraíso desde Barcelona. Además, es el destino ideal para ir con perros porque cuenta con una de las mejores playas para perros de España. Aunque por lo que destaca, principalmente, es por su 25 kilómetros de canales navegables, que han otorgado a Empuriabrava el sobrenombre de la "Venecia española".

Tavertet

Ubicado en lo alto de un peñasco, en una meseta a 200 metros de altura sobre el valle del Ter, este pueblo tiene las mejores vistas para desconectar: las del pantano de Sau (con la iglesia de Sant Roma que aparece y desaparece) y las Montañas del Montseny. Y es que Tavertet se puede describir como un espectacular mirador a la naturaleza a menos de dos horas de Barcelona. Sus casitas de piedra acaban de darle el toque con tanto encanto que desprende, además de por otros secretos escondidos entre pastos, bosques y rocas.

Altafulla

Como un oasis entre el cinturón urbano de Barcelona y ​​Tarragona y el turismo de masas de la Costa Dorada, se abre paso Altafulla, un pueblo marinero lleno de cientos de años de una historia. Dividida entre el mar y la montaña, es una villa medieval bien conservada y respetuosa con su entorno protegido. Sus principales atractivos son su gente, la playa y el sol. Pero, también, la tranquilidad de su entorno natural.

Aiguamúrcia

Aiguamúrcia es un pequeño municipio de unos 900 habitantes, a pesar de ser el municipio más extenso de toda la comarca del Alt Camp, en Tarragona. De este modo, no solo es su belleza paisajística y arquitectónica lo que hace tan especial sino la tranquilidad que se respira a solo una hora y cuarto en coche del bullicio de Barcelona. Además, esconde una de las muestras más importantes del arte medieval catalán: el monasterio de Santa Maria de Santes Creus.

Urgell

Si te flipan los paisajes de la Toscana, no te puedes perder lo que Urgell tiene que ofrecer en Lleida. De hecho, la televisión estadounidense lo eligió para rodar un episodio de la serie 'Dr. Death’ que transcurre en la famosa región italiana. Alejada del ruido de los núcleos turísticos, Urgell es un lugar perfecto para quienes buscan calma, paisajes auténticos y un entorno que conserva su genuinidad.

Pujalt

A Pujalt uno llega atraído por su belleza pero se acaba enamorando de su tranquilidad. Y es que es un pueblo perfecto para desconectar ya que no es conocido por muchos. Además, sus casas de piedra parecen un decorado y el aire que se respira es puramente montañés.

Riells del Fai

Riells del Fai es un pueblo pequeño a menos de una hora de Barcelona que esconde una maravilla de la naturaleza: la cascada más espectacular de Cataluña. Se encuentra camino al monasterio de Sant Miquel del Fai, donde no solo nos encontramos una fantástica ruta senderista. Se trata de una cascada del río Tenes, con saltos de agua de veinte metros de altura. Ya solo por la impresionante naturaleza que rodea este pueblo es motivo más que suficiente para hacerle una visita.

Siurana

A tan solo dos horas en coche de Barcelona, Siurana es un encantador pueblo de menos de 1000 habitantes ubicado en un paraje tan formidable como el que forman la Sierra del Montsant, la Gritella y las Montañas de Prades. Siendo así, es famoso por su impresionante mirador. Además, ha sabido mantener su esencia vintage. Tanto es así que hasta 1993 no fue asfaltada.

Torelles de Llobregat

Cataluña tiene la versión española del famoso enclave natural estadounidense del Antilope Canyon. Aunque se encuentra a solo 40 minutos de Barcelona, las cuevas de Can Riera te harán sentir en el Gran Cañón del Colorado. Se encuentran en el municipio de Torelles de Llobregat y son unas cuevas esculpidas por el agua llenas de curvas sinuosas y luz que se cuela entre las ranuras, haciéndonos sentir en otro planeta.

Cardona

Situado en un valle de Cataluña central, a orillas del río Cardoner, se ubica una pintoresca localidad con un importante pasado medieval que se llama Cardona. Hasta el día de hoy, sus calles logran trasladarnos a la época en la que se levantaron sus construcciones románicas y góticas. Una de las más emblemáticas es el recinto fortificado, que data del siglo IX, que hoy está habilitado como Parador de Turismo.

Mura

En el conglomerado montañoso de Sant Llorenç del Munt se encuentra el municipio de Mura, que forma parte de un entorno donde la abundancia de vegetación y fauna han vinculado desde siempre a su población a la tierra. Hoy en día, muchos de sus bancales y viñas están abandonados, pero el lugar conserva ese encanto de una Edad Media llena de esplendor. Se hace visible, especialmente, en su casco antiguo, con sus casas de piedra o en la iglesia románica de Sant Martí.

Sitges

A menos de dos horas de Barcelona, se encuentra un pueblo costero que es conocido por organizar el festival de cine de terror más famoso de España y por su vida nocturna. Hablamos de Sitges, donde el casco histórico lleno de callejones edificios modernistas contrasta con las preciosas casas de pescadores. Cuenta con un paseo marítimo de tres kilómetros que recorre las diferentes playas de la localidad.

Pals

Un precioso pueblo medieval situado en la comarca del Baix Empordà (apodada la Toscana española), en la provincia de Girona. Se encuentra a unos 5 km de la Costa Brava y es conocido por su hermosa arquitectura medieval y sus vistas panorámicas de la zona. Además, el núcleo antiguo se sitúa en una pequeña montaña y está formado por un laberinto de calles estrechas y empedradas, casas de piedra y edificios de gran valor histórico y arquitectónico.

La Bisbal

La capital del Baix Empordà invita a detener el reloj y sumergirse en su pasado paseando por sus calles medievales, zigzagueando por el barrio judío y recorriendo los edificios de la época de esplendor modernista. Y, sobre todo, descubriendo uno de los tesoros que ha dado fama a esta población y la ha convertido en la capital catalana de la cerámica: la arcilla roja. A ambos lados de la calle de l’Aigüeta hay multitud de tiendas, talleres de artesanos y las salas de exposiciones donde ver y adquirir artesanía.

Peratallada

Visitar Peratallada es como trasladarse a un cuento. La villa está a 130 km de Barcelona y está declarada conjunto histórico-artístico y bien cultural de interés nacional. Y es que cuenta con una riqueza histórica inigualable. Además, es un rincón conocido por su importante oferta artesanal y gastronómica.

Olivella

Olivella es la puerta de entrada al Parque Natural del Garraf, un pueblo rodeado de bosques y viñedos. El casco antiguo se sitúa sobre una pequeña colina y está coronado por la iglesia nueva de San Pedro y Sant Feliu, además de una serie de casas que la rodean en un entorno natural privilegiado.

Sant Pol de Mar

Un ejemplo de pueblo mediterráneo, con calles estrechas, casas blancas y escalonadas y con la costa recortada por playas de tierra limpia y granulada. Además de tener un marcado carácter marinero, el cual se refleja en la arquitectura de los edificios, las playas de pequeñas dimensiones, la gastronomía con los platos tradicionales con productos del mar.

Montclar

Ya existía desde el final del mundo romano y el inicio de los tiempos medievales (hacia el siglo VI o el siglo VII). Todos los indicios confirman que era un pueblo fortificado, donde probablemente en época carolingia se edificó una iglesia. Hasta el siglo IX se mantuvo en toda la comarca el poblamiento tradicionalmente disperso, masías, bordas, cabañas y torres, e incluso formas primitivas de vivienda como es el caso de las cuevas.

Ulldecona

En la Comarca del Montsià, en Tarragona y limitando al sur con la provincia de Castellón, esta pequeña población de unos 7000 habitantes ha estado habitada desde hace 8000 años. Pasando por poblados Íberos y siendo importante durante el período romano debido a que la Vía Augusta pasaba por la zona. No es de extrañar que el árbol más viejo de España siga dando frutos aquí. Aunque, además de visitar el Castillo Medieval y las Pinturas Rupestres, puedes comer de categoría porque, a pesar de su tamaño, esta localidad cuenta con dos restaurantes con Estrella Michelín.

Foto de portada | Mariluz Rodriguez

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