El viernes es el Black Friday, pero ya llevamos toda la semana con ofertas por todas partes y pensando todo lo que nos vamos a comprar. La realidad es que esta semana es estupenda para ir adelantando los regalos de Navidad que queramos comprar, para renovar ese aparato electrónico que llevamos meses necesitando, o para darnos algún capricho.
Sin embargo, a veces nos encontramos comprando cosas que tampoco necesitamos tanto solo porque está más barato. No sé vosotras, pero yo me he descubierto a mí misma casi sintiéndome mal por no estar aprovechando el Black Friday - o cualquier otra rebaja - para comprar algo. ¿Pero algo qué si no necesito nada? Algo, lo que sea, porque está ahí, es más barato, y todo el mundo compra.
Compras excesivas
Cuando hablamos de compradores compulsivos nos ponemos en el caso de un trastorno que implica que los afectados se gasten el dinero que no tienen en cosas y más cosas que no necesitan. Un trastorno que afecta a su vida y la condiciona. Sin embargo, en momentos puntuales - como las rebajas - todos podemos llegar a hacer compras excesivas e innecesarias aunque no llegue al punto de convertirse en un trastorno.
Existen varios motivos por los que nos cuesta resistirnos a la tentación de las rebajas:
La exposición
Esta semana el Black Friday está en todas partes, no solo en las tiendas. Lo encontramos en la televisión, en los carteles de la calle, en los chistes de los humoristas, en los artículos de nuestras revistas favoritas y en boca de nuestros amigos. La exposición a la publicidad y la existencia de estos descuentos es enorme.
Miedo a perder la oportunidad
Esta es una de las estrategias más utilizadas por los vendedores para asegurarse de que instalan el deseo de comprar en los clientes. Los anuncios, las cartelerías, la publicidad en la televisión, todo nos recuerda que las rebajas de esta semana son una oportunidad excelente, que las existencias son limitadas y que si no corremos nos podemos quedar sin ello.
Es posible que no necesitemos ese producto, pero ¿quiénes somos nosotros para rechazar esa estupenda oportunidad que las tiendas nos están ofreciendo? ¿Y si más adelante lo necesitamos y nos arrepentimos de no haberlo comprado? Ya tienen un potencial cliente más.
Comparación con los demás
Es tremendamente humano compararse con los demás. Comparamos nuestro pelo, nuestra talla, nuestro coche, nuestra casa y comparamos nuestras posesiones y posibilidades. Que los demás se compren varias cosas en estas fechas puede llevarnos a desear hacerlo también nosotros. Quizás no lo necesitamos, quizás a pesar de estar rebajado sigue siendo un poco demasiado caro, posiblemente tu móvil todavía funcione bien, pero si aprovechas las ofertas para comprar un nuevo móvil podrás "presumir" de él y sentirte en igualdad de condiciones con los demás.
Siete preguntas que hacerte antes de comprar
1. ¿De verdad lo necesito? esta es la pregunta por excelencia y la que siempre se recomienda hacerse antes de dejar temblando nuestras carteras. Párate a pensar en lo que tienes, en cuánto tiempo más puede durarte lo que ya tienes, en si para darle uso a tu nueva compra tendrás que tirar algo perfectamente funcional y después decide.
2. ¿Por qué lo estoy comprando? si la respuesta a esta pregunta no es "porque realmente me hace falta y le voy a dar utilidad" lo mejor es no hacer la compra. En ocasiones podemos comprar porque estamos tristes y así llenamos el vacío y nos distraemos. Otras por tener lo mismo que los demás y satisfacer el deseo de satisfacción social. A veces simplemente porque es bonito. Por ello debemos analizar bien nuestra motivación y decidir si merece la pena gastarse el dinero en algo que no necesitas.
3. ¿Le voy a dar uso a largo plazo? En este caso es importante pensar en el largo plazo. Sabemos que cuando nos compramos algo lo vamos a utilizar mucho en los primeros días por la novedad. La pregunta debe ser si una vez pasada esa novedad seguiremos utilizándolo. Gastar dinero en algo que, en el mejor de los casos, pasados unos meses ya no utilizamos puede ser un gasto innecesario.
4. ¿Lo estoy comprando solo porque está rebajado? Efectivamente, un buen aprovechamiento de las rebajas está en comprar algo que ya ibas a comprar de todos modos, pero a un precio más barato. Si, por el contrario, no te comprarías algo si no estuviera rebajado es posible que no necesites comprártelo.
5. ¿Puedo permitirme pagarlo? Que algo esté rebajado no significa que esté dentro de tu presupuesto. Si hace 15 días no te podías permitir gastarte ese dinero a la ligera, que un producto esté rebajado no soluciona tus finanzas milagrosamente. Piensa bien cuál es tu presupuesto y si el precio de ese producto ahora que está en rebajas encaja o sigue sin encajar en él. Haz cuentas y asegúrate de que no vas a endeudarte este mes y el siguiente solo por pagarlo.
6. ¿Se trata de una prioridad? Pongamos que ya hemos establecido que lo compras porque lo necesitas. Siendo algo necesario, ¿es una prioridad este mes o puede esperar? ¿esta esa compra por delante en importancia a otros gastos este mes? Si la respuesta es que no, probablemente pueda esperar.
7. ¿Si me deshago de él puedo recuperar el dinero? No me refiero solo a si te devuelven el dinero gastado en caso de que no te convenza y quieras devolverlo - que también -. En este caso hablamos de si, cuando ya no lo vayas a usar o dejes de necesitarlo, podrías recuperar parte del dinero que te costó vendiéndolo.
Bonus: ¿tengo espacio en casa? Tan importante como saber si lo vas a utilizar es tener en cuenta si tienes espacio en casa para ello. A veces tenemos los armarios y las estanterías que ya no cabe un alfiler. Si no tienes espacio para ello es posible que no lo necesites.
Imágenes | Bold Type, Confessions of a shopaholic, Giphy