Normalmente, por mal que me caíga, la exSpyce Girl Pija, y ahora señora Beckham, es una mujer que dicta tendencias, que sabe lo que le favorece y lo explota al máximo, y que generalmente acierta en cuanto a su forma de vestir.
Por otro lado, la nueva señora Cruise está dando mucho de que hablar; que si se ha vuelto diva, que si no sabe bajarse de la limo sin enseñar su lencería a lo Bridget Jones. Pero normalmente, la vemos como la novia de Dawson, en un estilo muy americano a la hora de vestir: camisetas, jeans, menos formal y nada llamativa.
Sin embargo, estar en París el centro de la moda y yendo a los desfiles para la nueva temporada Primavera-Verano 2007 de los más grandes nombres en la industria parece haberles sentado un poco mal a las dos nuevas superamigas. El gusto se les ha evaporado por momentos, de repente lo recuperan, pero para muestra un botón.
Victoria llegó después de su visita a Los Ángeles envuelta en un chal de Stella MacCartney que parecía más una manta por el tamaño, haciéndonos preguntarnos si es que el jet-lag le estaría afectando mucho. Al día siguiente se le veía elegantísima.
Sin embargo, el sumum del horror fue cuando las dos se presentaron a la fiesta que ofreció Giorgio Armani con motivo de la apertura de su boutique en la Avenida Montaigne de la Ciudad de las Luces. Victoria parecía haber regresado a los tiempos del baile de fin de curso con una falda ampona que la hacía lucir como una auténtica piñata, mientras que Katie se hecho mil años encima con este traje directamente sacado de Dinastía.
Pero no hay que ser tan dura, un error lo tiene cualquiera.
Vía | Hollyscoop