Los grupos de Whatsapp forman parte de nuestra forma de comunicación diaria. Excepto las personas que forman la resistencia y todavía no cuentan con Whatsapp en sus teléfonos móviles, el resto, quien más y quien menos, formamos parte al menos de un grupo de Whatsapp.
El problema es que en ocasiones en estos grupos la gente que se encuentra es muy variada e, incluso, cuando están formados por nuestros amigos, puede que las conversaciones que se dan no sean siempre de nuestro agrado, nos hagan dedicarles demasiado tiempo, gasten nuestra batería, nos agobien con tantas notificaciones o hasta nos estén creando problemas con las otras personas del grupo.
Por ello algunos de nosotros - o muchos - hemos querido alguna vez salir de uno de estos grupos. ¿Pero cómo hacerlo sin crear más problemas? Y es hay quien tiene la capacidad de abandonarlos sin mayor problema y sin darle vueltas, pero a algunas personas nos da miedo que el remedio sea peor que la enfermedad y que irnos del grupo se convierta en un problema.
La necesidad de cumplir con todo el mundo menos con nosotras mismas
Algo que a muchas personas les ocurre, especialmente a las mujeres según algunos estudios, es que tenemos la necesidad de complacer a los demás porque nos enseñan la importancia de esto. No es de extrañar, por tanto, que la mayoría de nosotras evitemos, en la medida de lo posible, los conflictos.
Esto es todavía más importante en un grupo de Whatsapp si apreciamos a las personas que conforman el grupo o valoramos especialmente su opinión sobre nosotras. Por eso irnos de un grupo, aunque no esté generando cosas negativas, nos cuesta. Y es que nos preocupa más enfrentarnos a las consecuencias de irnos que a las que nos está generando quedarnos.
Por ello, la idea de decir directamente a tus compañeros de grupo que quieres dejar el grupo y simplemente irte - lo cual parecería lógico y sencillo, no nos resulta una opción. Y es que las emociones que los demás puedan sentir - o las emociones que adelantamos que los demás podrían tener, porque no conocemos cómo van a reaccionar realmente - nos influyen y nos retienen. Básicamente, no queremos hacer sentir a los demás rechazados ni ofenderlos y tampoco queremos que nos odien por irnos o que piensen mal de nosotras.
Cómo abandonar entonces un grupo de Whatsapp de forma pacífica
El problema viene cuando el hecho de seguir en ese grupo, simplemente por no enfrentarnos a nuestro miedo a crear problemas, nos hace sentir mal. En la vida va a haber muchas cosas que nos hagan sufrir y que afecten a nuestra salud mental, muchas de las cuales no podremos evitar, pero mantenernos o no en un grupo de Whatsapp - o en una relación de amistad o de amor, ya que estamos - no debería ser una de ellas.
Por ello, es el momento de alejarnos de sufrimientos innecesarios. Pero sé que es más fácil decirlo que hacerlo. Por ello hay algunos pasos o trucos que podemos seguir para irnos sin pasarlo todavía peor.
Expresar de manera asertiva lo que necesitamos o por qué ya no podemos seguir en el grupo
Seguramente sea la opción que más nos cueste y, sin embargo, también será la más eficiente. En toda comunicación humana la asertividad es siempre nuestra mejor opción y esto incluye a la comunicación vía Whatsapp u otras redes sociales. No se trata ni de agredir verbalmente ni de aceptar lo que sucede de forma pasiva, sino de expresarnos a nosotros mismos reconociendo las emociones de los demás.
Es decir, podemos buscar una manera de explicarles a los demás que, aunque queremos y apreciamos a todas las personas del grupo, que sabemos que están en él con la mejor de las intenciones y que probablemente les sorprenda nuestra decisión, para este momento de nuestras vidas creemos que es mejor salirnos del grupo por los motivos que sea. Es importante que pongamos en foco en que es responsabilidad nuestra el irnos y decisión nuestra, en vez de ponerla en lo que los demás han hecho. Sinceridad, educación y reconocimiento de los sentimientos ajenos hablando desde el 'yo' y no desde el 'vosotros'.
Si queremos darle una oportunidad al grupo podemos también usar esta estrategia para intentar generar una conversación sobre lo que esperaríamos nosotros del grupo. Quién sabe, quizás nos sorprenda descubrir que otras personas sienten lo mismo, pero no se habían atrevido a decirlo.
Activar los ajustes de manera que tengan que pedirnos permiso para incluirnos en un grupo
Se trata de una forma algo menos asertiva y solo sirve de manera preventiva, pero puede resultarnos muy útiles. Normalmente Whatsapp permite modificar los ajustes de manera que nosotros controlemos quién puede introducirnos en un grupo.
De esta manera es básicamente como incitar a los demás a tener que pedirnos permiso para introducirnos en uno de estos chats y somos nosotros quienes decidimos si queremos formar parte del grupo con las personas que lo conforman y bajo qué condiciones.
Abandonar el grupo cuando ya ha cumplido con su objetivo
Y, de hecho, estas condiciones que marcamos para formar parte de un grupo o no puede ser la clave para dejarlo sin problemas. Todos hemos experimentado formar parte de un grupo de Whatsapp que originalmente se creo para organizar algo (un cumpleaños, una fiesta, etc.), pero una vez de acaba el evento que estábamos organizando, ese grupo sigue activo con cosas que no tienen nada que ver.
Este es el momento y la razón perfecta para abandonar el grupo y, realmente nadie podrá ponernos peros. Todos tenemos muchos grupos - probablemente algún otro con las mismas personas - y poco tiempo para estar pendientes de todas estas conversaciones. Una vez cumplida su función, podemos adelantarnos a los acontecimientos y marcharnos sin mirar atrás indicando nuestros motivos.
Imágenes | Unsplash
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