De pequeña siempre quise ser millonaria. Ahora, con un poco de perspectiva me doy cuenta de que lo que realmente deseaba ser era alguien importante, pero la sociedad nos inculca que hemos de vivir en grandes casas, conducir coches caros y pasar las Navidades en la playa para poder demostrar a todos que hemos tenido éxito en la vida. Todo eso antes de haber cumplido los 40 años, of course!
A medida que avanzamos (me refiero a la sociedad), las necesidades de orden social cada vez parecen más importantes quizá porque la mayor parte de nuestros deseos y aspiraciones no están basados en necesidades reales (que la mayoría tenemos cubiertas) sino en el reconocimiento social.

Shopping Addiction
El poder comprar nos da seguridad, nos hace sentir que avanzamos en la buena dirección dentro de la sociedad. Esto se traduce por un guardarropa en el que no falte de nada, un coche cool y una casa de revista. El problema es que para algunas personas esto deriva en un consumo compulsivo, en una auténtica adicción por las compras.
La mayor parte de nuestros deseos y aspiraciones están basados no en necesidades reales (que la mayoría tenemos cubiertas) sino en el reconocimiento social
Cuando uno se siente mejor gastando, y hasta es capaz de aparcar por un momento sus problemas mientras hace shopping, lo más probable es que acabe con la tarjeta echando humo. Así que comprar menos, pero comprar mejor podría liberarnos y ayudarnos a disfrutar más de lo que tenemos.
Curiosamente, las mejores cosas de la vida no son caras. Sí, ya sé que parece una frase cliché, pero no por eso deja de ser menos cierta. Quizá os parezca una rara avis pero los mejores viajes que he hecho han sido los que me han costado menos como cuando me subía a lomos de la moto de mi chico y nos íbamos a hacer el Camino de Santiago sin saber dónde íbamos a parar a comer o a dormir al llegar la noche.

No es oro todo lo que reluce
No digo que tenga que ser siempre así, imagino que una luna de miel en un resort de super lujo como los de Six Senses debe ser toda una experiencia religiosa, pero da bastante que pensar que en estos lugares apuesten por el menos es más y te alojen en cabañas, te den de comer fruta y pescado fresco, te puedas pasar todo el día en pareo y bañador, y que el mejor momento del día sea ver ponerse el sol en el mar. Probablemente porque el auténtico lujo no tiene nada que ver con el glitter ni con el bling bling sino con las cosas sencillas y auténticas como disponer de tiempo y de silencio para poder disfrutarlas.
Las mejores cosas de la vida no son caras, el auténtico lujo es disponer de tiempo para disfrutarlas
Mientras escribo estos pensamientos me acaba de venir a la mente que, quizá, la única excepción a esta máxima esté en los muebles de Ikea. Hay que reconocer que desde que Ikea llegó hasta nuestras vidas ya no hay casas mal amuebladas ni feas - aunque ahora en todos los apartamentos se vean las mismas mesas Billy. Pero es que, aunque se trate de una de las empresas más contaminantes del mundo ¡sino la más!, los precios no pueden ser más tentadores (aunque esos socorridos muebles no duren ni un asalto).

De lo bueno lo mejor
Lo único que os puedo decir es que yo he optado por no volver a comprar nada sin habermelo pensado bien por lo menos un par de veces, y que en la vida para poder disfrutar de una mayor libertad hay que aprender a soltar lastre. De nada sirve tener varias vajillas y cristalerías. Es mejor tener una y poderla disfrutar a diario sin temor a que se nos pueda romper o estropear. Eso sí, tiene que ser tan buena y tan bonita que la podamos usar tanto cuando estamos solos como cuando vienen a visitarnos los amigos. Y como eso todo lo demás.
En esta vida para poder disfrutar de una mayor libertad hay que aprender a soltar lastre
¿De qué sirve tener el armario del baño lleno de potingues? Es mejor comprar de lo bueno lo mejor y consumirlo hasta que ya no quede ni una gota: la mejor hidratante, la mejor leche corporal, el mejor champú que nos podamos permitir a tener un montón de botes que si no se usan acaban estropeándose y hay que tirar.


Porque soy pobre, compro caro
Mi madre tenía una amiga que solía decir aquello de : "¡Porque soy pobre, compro caro!". Un dicho que siempre me llamó mucho la atención. Quizá porque la señora en cuestión no parecía precisamente que estuviese pasando necesidades. Con el tiempo he acabado entendiendo el significado de esas palabras que no evidenciaban otra cosa sino que lo barato sale caro pues suele estar peor fabricado, y al romperse o estropearse antes dura menos.
Lo barato sale caro pues suele estar peor fabricado, y al romperse o estropearse antes dura menos
Muchas veces, preferimos pagar menos por ciertos productos como la ropa o los zapatos porque nos gusta variar y tener dónde elegir. Tendemos a pensar que con lo que nos cuestan unos zapatos de marca quizá nos podamos comprar hasta dos o tres pares de otra marca menos conocida, pero cuyo diseño se asemeja bastante al que nos había gustado al principio sin pararnos a pensar si la calidad de la piel es la misma o si nos van a durar tanto como los que cuestan tres veces más.

No siempre es así. Hay marcas cuya relación calidad precio es muy buena, y también hay marcas cuyo producto se encarece porque sus tiendas están en calles muy comerciales y hay que pagar el alquiler, o porque también pagamos el marketing, la publicidad y hasta el packaging y las bolsas donde nos entregan la compra que acabamos de realizar. En Trendencias tenemos una sección a la que hemos llamado "Clonados y pillados" donde os mostramos todas las semanas reinterpretaciones más baratas de piezas cult de grandes firmas.
A grandes males, grandes remedios
Yo no sé si será cosa de esta pertinaz crisis que llegó hace cosa de una década y que no tiene visos de desaparecer de nuestro horizonte (¡por lo menos de momento!), pero cada vez sé de más gente pudiente que ha optado por ponerle al mal tiempo buena cara.

Os explico: igual que un coche se deprecia nada más sacarlo del concesionario, con las joyas pasa lo mismo. Ahora lo cool y lo inteligente es comprar relojes y joyas de segunda mano certificados. Sobre todo diamantes o otro tipo de piedras preciosas que no llevan logos de ningún tipo. Otra práctica bastante habitual es la de comprar bolsos seminuevos de segunda mano. Los más escrupulosos esperan a que las grandes marcas como Hermès (que no suele hacer rebajas) al renovar sus colecciones lleve el excedente sobrante de la temporada anterior a sus propios outlets donde se pueden adquirir sus famosos carrés, absolutamente atemporales, con un 30% de descuento.

Como veis, a grandes males grandes remedios pero sin tener que renunciar en ningún momento a la calidad y a la garantía que proporciona un saber hacer adquirido a lo largo de muchos años, porque el tiempo nos ha demostrado que la calidad de las cosas baratas acaba pasando factura, obligando a reponer muchos de estos objetos antes de lo previsto. ¡Recordad que no es oro todo lo que reluce!
Fotos | Cordon Press, Pixabay, Facebook Circa, Tiffany, Designer Exchange, Six Senses
En Trendencias | El bolso de tu abuela puede llegar a valer miles de euros, ¿sabes cómo se cotiza el vintage?
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8 comentarios
crucecilla11
buenos días Almudena este post me ha encantado es toda una filosofía de vida que yo poco a poco voy aplicandome en mi camino por ser feliz cada día, y hacer de mi viaje por esta vida algo mucho mejor!! porque suena a topicazo pero "las cosas importantes de la vida no son cosas" y otra muletilla que diempre uso es compra una vez bien; para no comprar dos veces mal enhorabuena y feliz finde! !
Usuario desactivado
hace mucho tiempo que seguimos esta norma. No es cuestión de cantidad es cuestión de calidad, buen gusto y cosas que duren.. al final tendrás mucha mas ropa y en mejores condiciones.
Hoy llevo puesto un jersey de calvin Klein que tiene 19 años. Ha sido caro???? seguramente en aquel momento parecía muy caro, pero teniendo en cuenta que llevo casi 20 años poniéndolo me ha salido muy bien de precio.
En la vida la felicidad nunca puede estar asociada a la cantidad... eso es una patología y tampoco a las cosas materias. Las compras nos hacen momentos divertidos, nos dan vidilla etc.etc. pero no pueden ser la base de nuestras vidas... Y parece raro que lo diga yo.. Pero cada día estoy mas convencido de ello.
anaflats
Me ha gustado mucho este artículo, me declaro compradora compulsiva por el hecho de tener un mal día e irme de compras para alegrarlo, y sobretodo para desconectar. Pero bien es cierto, que lo que comentas sobre los viajes es lo que buscamos la mayoría, desconectar del día a día y disfrutar de las cosas más sencillas y que no valen dinero, como comentas, por ejemplo, ver un atardecer en el mar. Corroboro que mis mejores viajes son los que menos dinero he gastado y más he disfrutado de estas experiencias que estan al alcance de cualquiera. Estamos deseando que lleguen las vacaciones para disfrutarlas.
Discrepo en cuánto a la calidad del mobiliario del Ikea. Con la idea de que algún mobiliario me durara más, lo compré en tiendas de muebles, mucho más caro, y se suponía que de mayor calidad, para acabar teniendo los comprados en Ikea intactos, y los otros ya con picadas y desgastados.
Pero si que estoy contigo en cuánto a pagar la calidad de complementos, sobretodo en zapatos y bolsos. Noto muchísimo el gasto de dinero de más de un zapato por temporada, que me dura eso, una temporada. A gastar un poco más, y después de dos temporada sigan pudiéndolos usar.
Con la ropa me cuesta un poco más dar ese paso, supongo que la diferencia de calidad del lowcost con otras marcas aún no está tan marcada.
Pero si, en muchísimas ocasiones, lo barato sale caro! Y también me quedo con la frase de la amiga de tu madre!
quidproquoq
Chicos, ¡gracias a los tres! @bestboy cuando escribía lo de la luna de miel en el Six Senses me estaba acordando todo el rato de ti (¡no es broma!). ¡Qué paséis buen finde vosotros también!Muack!!
yurdan22
Totalmente deacuerdo con este post, a favor de un consumo razonable y de valorar el trabajo bien hecho
friss71
Estupendo articulo ! Lo que esta claro es que es algo que solo se aprende con la edad así que tampoco hay que culparse cuando de joven se valoran otras cosas, al final se trata de apreciar los buenos momentos de verdad,la calidad de las cosas bien hechas y su atemporalidas, el disfrute dia a dia de tus tesoros porque el futuro es incierto.
mluisacontesta
Estoy contigo, lo barato sale caro, y a medida que cumples años te das cuenta. En España es habitual ver a las jovencitas con un bolso casi cada día, mientras en Francia, la filosofía es ahorrar para tener uno bueno que dure muchos, muchos años. Algo que por lo que observo, se inculca. Cuando se tiene algo de buena calidad se comprende por qué costó tanto: dura mucho, tiene servicio post-venta, envejece de otra manera, y distingue. Eso satisface, porque, a la larga comprendes que pagaste de golpe una cantidad que has amortizado con creces si divides entre los años que dura. Me ha gustado mucho tu post. Gracias
peluqueria
Un gran post, la verdad es que me he sentido identificado con muchas cosas de las que aquí se han nombrado. Lo que pasa es que despues de los 40 tambien las sigues queriendo!