"Tengo miedo a reanudar mi vida anterior al confinamiento": por qué nos genera ansiedad y cómo podemos afrontarlo

Cuando creíamos que nunca nos acostumbraríamos a estar metidos en casa sin poder salir para nada más que lo básico, ha resultado que sí, también a eso nos adaptamos. Tanto que algunas personas nos estamos encontrando con que, ahora que podemos empezar a salir, no tenemos tantas ganas o necesidad de hacerlo.

Es más, nos genera cierta ansiedad o miedo la idea de empezar a volver a salir, a recuperar nuestras actividades habituales y adentrarnos en la nueva normalidad. Algunos sondeos, como los hechos por la Universidad Europea de Madrid, el Área de Enfermería Respiratoria de  SEPAR y la Asociación Internacional de Enfermería (INN)   encuentran que alrededor del 50% de la población española podría sufrir ansiedad ante la idea de salir de casa. Se trata de una respuesta completamente normal, pero que podemos mejorar.

La adaptación y el manejo de la incertidumbre

Los seres humanos tenemos una gran capacidad de adaptación, pero solemos necesitar cierto tiempo. Durante los últimos meses hemos vivido muy diversos cambios y hemos tenido que ir adaptándonos. Cuando ya nos habíamos hecho a estar en casa y había alcanzado cierto sentido de seguridad - en nuestras casas sin contacto con los demás estamos protegidos - aparece un nuevo cambio y tenemos que ir adaptándonos poco a poco a esta nueva normalidad.

Esto implica un nuevo proceso de adaptación, con el añadido de la incertidumbre que se genera: no sabemos cómo van a ser los próximos meses y provoca cierta inseguridad que se suma al temor por la evolución del virus. La realidad, sin embargo, es que es sano que empecemos a salir y a retomar la vida, cumpliendo las normas de seguridad.

Cómo afrontar el miedo y la ansiedad a reanudar nuestra vida habitual

Intentar no posponer el momento de empezar a salir

En casos en los que algo nos provoca ansiedad o miedo es habitual que intentemos evitarlo o posponerlo al máximo. El problema es que, aunque es comprensible, puede aumentar el problema ya que al no enfrentarnos a la situación lo más probable es que cada vez nos dé más miedo.

Esto se debe a que no nos permitirnos demostrarnos a nosotros mismos que el miedo es en gran parte irracional ni nos damos argumentos objetivos que puedan enfrentar ese miedo. En términos de salud mental, es bueno que volvamos a salir y a recibir estímulos, por ello lo mejor es lanzarnos a ello y no posponerlo más.

Seguir nuestro propio ritmo

En cualquier caso, podemos y debemos seguir nuestro propio ritmo e ir adaptándonos poco a poco. Por ello, podemos empezar por paseos pequeños, por quedar en casa si nos da más seguridad, o por ir a la oficina solo algunos días a la semana si nos permiten seguir teletrabajando el resto. Poco a poco podremos aumentar el tiempo fuera, las tareas que vamos haciendo o el tiempo que pasamos en la oficina.

Estar bien informados de las normas de seguridad a cumplir

La información es poder y también es seguridad. Por ello, es interesante que conozcamos las medidas y normas de seguridad recomendadas. Conocer si tenemos que llevar mascarilla o no, en qué situaciones y sitios, cuál es la distancia recomendada, el número de personas con las que nos podemos reunir, etc., nos da cierto sentido de control sobre lo que nosotros podemos hacer para estar seguros.

Por supuesto, será de ayuda también conocer las medidas de seguridad que cumplen los recintos a los que vamos a ir. Conocer todo eso y cumplirlas nos da sentido de control, y nos demuestra que estamos llevando a cabo acciones objetivas y tangibles para cuidar de nuestra salud.

No perder el contacto social, aunque no haya cercanía física

Como durante todo el confinamiento, el contacto social es importante. Es verdad que todavía no podemos abrazar ni besar a nuestros seres queridos, pero poco a poco podemos ir viéndonos más. El contacto social no es solo el contacto físico, sino poder hablar con nuestros seres queridos, reírnos con ellos, hacer juntos actividades que nos gustan, mirarnos a los ojos y poder vernos también es contacto social.

Continuar regulando la información que recibimos

Una de las primeras recomendaciones que se hicieron al principio de la cuarentena para poder manejar la ansiedad fue que controláramos la información que recibíamos para no tener un exceso. Sin embargo, es posible que ahora tengamos tentación de volver a buscar mucha información. Sin embargo, lo ideal sigue siendo que busquemos únicamente información oficial un par de veces al día y regular el resto de informaicón que obtenemos por otros canales.

Hacer uso de la ayuda profesional

Si nada de esto sirve y la idea de salir a la calle, estar en sitios donde hay más personas o volver a nuestra rutina semi-habitual nos genera ansiedad que no podemos regular o que interfiere en nuestra vida, puede ser buena idea buscar ayuda profesional.

Imágenes | JumpStory

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