Una de las grandes preguntas existenciales de nuestra vida es a partir de cuándo somos realmente unos adultos. En plena adolescencia estamos deseando llegar por fin a la edad adulta y alcanzar esa libertad que creemos que nos traerá. Cuando nos adentramos en la veintena empezamos a sentirnos preocupados ante el borde del precipicio que casi parece la adultez y, muchas de nosotros, ya hemos cumplido los 30 años y nos preocupa no ser las adultas que se supone debemos ser.
Es más, nos miramos en el espejo por dentro y por fuera y, por más que buscamos, no nos sentimos adultos y ni un día más mayor de 25 años. para algunos esto es fuente de preocupación ya que, con esta edad, se espera cierta madurez y compromisos por nuestra parte. Sin embargo, la ciencia ha venido a echarnos un cable y a darnos motivos para estar un poco más tranquilos.
El 19 de marzo se llevaron a cabo en la Academy of Medical Sciences unas jornadas sobre el desarrollo del cerebro y, según informan medios como el Independent, los científicos allí presentes habrían indicado que nuestro cerebro sigue sufriendo cambios muy importantes incluso hasta los 30, por lo que podría indicarse que alcanzamos la madurez alrededor de esta edad.
Además, estos investigadores se centran en las diferencias personales de cada uno de nosotros, como nuestra biología, nuestra educación o nuestro entorno social. Por lo tanto, tendría poco sentido establecer una edad concreta en la que todos deberíamos ser adultos. Según estos científicos se trataría más bien de una transición que va ocurriendo durante nuestras primeras tres décadas de vida.
No es la primera vez que los investigadores sitúan la llegada en a la edad adulta en un momento vital más tardío del tradicional. Así, una investigación publicada el año pasado señalaba que la adolescencia sucede, actualmente, entre los 10 y los 24 años. Eso quiere decir que, por lo menos, no seríamos adultos hasta los 25.
La realidad es que cada uno de nosotros lleva su propio ritmo y esto no es algo malo. Es posible que tengáis 24 años, la vida resuelta y todas vuestras ideas claras. Pero es posible también que ya hayáis cumplido los 30 y todavía no hayáis cumplido con las expectativas que vosotras mismas y la sociedad os ha impuesto. No pasa nada, cada una de nosotras tiene su ritmo, y si alguien te dice lo contrario, ahora tienes a la ciencia de tu lado para demostrárselo.
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