La Navidad es esa época maravillosa en la que puedes comer turrón Suchard a porrillo, tienes permiso (sellado y todo) para darte unos homenajes pantagruélicos y recibes regalos por todas partes. No es extraño que sea una de las épocas más mágicas del año y que esté asociada a un montón de buenos recuerdos.
Y esa magia se puede extender a cualquier otro momento del año con un truco la mar de sencillo según el psicoanalista Steve McKeown. No, no consiste en comer polvorones sino en sacar del armario toda tu decoración navideña y disfrutar de ella ya. Ahora mismo. Sí. No es pronto.
Al contrario que estar escuchando desde noviembre un bucle infinito de villancicos infernales en el centro comercial, en tu oficina y hasta en el ascensor, como cuenta este experto, adelantar la decoración navideña tiene efectos muy positivos en nuestra salud mental.
Tal y como ha explicado el psicoanalista Steve McKeown en unilad.co.uk la razón por la que el espíritu navideño tiene una gran presencia está asociada a las tradiciones que seguimos durante esta época del año. Eso significa que cuando vemos bolas de Navidad rojas, verdes o espumillón y luces inmediatamente nos acordemos de nuestra infancia y de esos momentos.
Como comenta este profesional "en un mundo de estrés y ansiedad, la gente necesita identificarse con las cosas que les hacen felices. La decoración navideña es simplemente un ancla o un camino a esas emociones y esa magia de la navidad de nuestra infancia."
No solo es eso. Hay otros estudios que afirman que los adornos navideños mejoran no solo tu hogar, también el clima del vecindario, pues son una forma de comunicar la accesibilidad de los vecinos. Los vecindarios con más decoración eran vistos por los participantes como más amigables y más comprometidos, lugares en los que parece que el tejido social es mucho más fuerte y los vecinos se sienten más satisfechos con su vida social.
Conclusión: da igual si eres una fanática del espíritu navideña y te acabamos de dar la mejor excusa (el notición del día, vamos) para desempolvar el árbol, las bolas, el belén, etc., o si eres de esas personas a las que les cuesta "un poquito" guardar los adornos y por San Valentín todavía se está diciendo eso de "mañana lo recojo". Tienes permiso para tener el espumillón y las lucecitas todo el tiempo que necesites. Y beneficiarte de ello.
Fotos| Tienes un email, A princess for Christmas
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