Entre las imágenes de este post y la de este otro, hay un comunicado. El grupo Benetton, propietario de Sisley, quiso dejar claro que no tenía nada que ver con la polémica foto de las adictas a la moda.
La modelo californiana Stephanie Seymour, icono de la moda y de la belleza de la década de los 90, protagoniza la verdadera campaña Otoño-Invierno 2007/08 de la línea masculina, mientras que la imagen de la colección femenina es la canadiense Heather Marks.
Aunque el tono de las imágenes firmadas por el célebre fotógrafo Terry Richardson pretende ser algo subido y provocador, la verdad es que no puede compararse con la foto en la que dos modelos, con cara de no haber dormido en tres días, aparecían esnifando una camiseta.
Personalmente, esta campaña me parece manida y aburrida. El sexo y la seducción están sobrevalorados en publicidad. Tampoco entiendo la hipocresía y el escándalo que suscitó la imagen de las drogadictas. A mí me pareció genial y divertida. Creo que intentar “protegernos” de ciertas imágenes no sólo es una forma de subestimarnos sino, directamente, un insulto a nuestra inteligencia. Somos adultos y sabemos discernir. A mí que no me digan que en el mundo de la moda no hay coca.
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