Las diez peores campañas del invierno 2014: dolores de cabeza

Al mismo tiempo que tenemos las diez (más uno) mejores campañas de moda del invierno 2014 existe la cara opuesta. No todo puede ser bueno ni idílico. Hay marcas que patinan en sus intentos por ir a la última. La prueba son las diez peores campañas del próximo invierno.

10. Carven

Mucha modernidad, mucho intento de diferenciación y gusto por lo conceptual pero la campaña de Carven para el invierno 2014 podría haber enfocado mejor al primer plano más que a los árboles. Viviane Sassen querrá jugar con la imagen de la firma y con Mariene Deleeuw posando desenfocada pero el ejercicio de primero de fotografía no emociona.

9. Loewe

Loewe y sus campañas. Un paso para delante, un paso para atrás. A lo Ricky Martín. Este otoño tocaba un paso para atrás. La campaña con Penélope Cruz es tan creíble como un discurso de un político en el Congreso. Mert & Marcus no tienen el día. Y ella tampoco está de Oscar. Esta foto podría valer para vender aspirinas para el dolor de cabeza.

8. Roberto Cavalli

A estas alturas es culpa mía pedir más a algunas marcas. Ellas saben muy bien cuál es su target, su imagen y su negocio. Les deberá funcionar porque ahí siguen. ¿Qué podemos pedir a Roberto Cavalli? ¿Y a Mario Testino? Pues eso. Ni aún teniendo a Liya Kedebe, Iselin Steiro y a Liu Wen como modelos logran algo interesante.

7. Jimmy Choo

La noticia del fichaje de Nicole Kidman como imagen de Jimmy Choo ya pronosticaba grandes tormentas, huracanes y mucho cyborg retocado. Tampoco es que Jimmy Choo haya logrado una campaña muy interesante en los últimos años pero esta logra bajar el nivel a cero. Mikael Jansson es el fotógrafo.

6. Prada

Todos los respetos al gran Steven Meisel y a Miuccia Prada, faltaría más. Pero la última campaña de Prada invierno 2014 es un horror. No hay modelo, todas de ellas top, que salga guapa. Parecen tener anemia. ¿Así se logra vender una firma de lujo con un público tan masivo y formal? Curioso.

5. Burberry

El rock es de todos menos pegajoso y baboso. La nueva imagen de Burberry con la pareja formada por Sienna Miller y su pareja Tom Sturridge con Mario Testino como fotógrafo retrata el empalagamiento rancio. En la imagen principal del artículo Sienna Miller parece estar haciendo la cobra y en esta que vemos aquí la mano de Sturridge posa muerta anunciando alguna fragancia de Axe.

4. XOXO

La marca XOXO tiene un tremendo problema en las dos últimas campañas que ha publicado. Casualmente con dos ángeles de Victoria's Secret. Y casualmente las dos en la misma línea visual. Tienen un punto choni que también podría compartir con la marca de lencería y con Marypaz al mismo tiempo. Con unos precios accesibles (rondando los 60 dólares por prenda) y con una modelo como Lily Aldridge la imagen debería de ser otra. Rocco Laspata es el fotógrafo.

3. Versace

En 2013 un desnudo más o un desnudo menos de Kate Moss es algo secundario. La carrera de la británica tiene tantos desnudos que ya no son noticia ni generan la provocación de antaño. Versace va a lo fácil con su nueva campaña de invierno 2014 y le pasa un filtro a la cara de Kate Moss que ya lo quisiera Isabel Preysler. Mert Alas y Marcus Piggott se encargan de esta facilona y mala campaña entre poses rancias y provocación barata que nos deja una mala cara de Saskia de Brauw.

2. Marc Jacobs

En toda clasificación de las campañas más feas estará Juergen Teller. Él mismo lo busca. Y más aún si Marc Jacobs le deja el camino libre. Él es capaz de convertir a las modelos más guapas en el museo de los horrores. En el invierno 2014 prefiere contar con Lily McMenamy y así evitarse esa transformación. Lo hace en Marc by Marc Jacobs y también en la firma principal. Pobre Edie Campbell.

1. Just Cavalli

Las anteriores campañas se quedan cortas frente a la de Just Cavalli. La firma italiana logra demostrar cómo el mercado se zampa cualquier movimiento por protesta que lleve y lo traduce en una maniobra de comercial para hacer caja. Giampaolo Sgura es quien fotografía las protestas ciudadanas con un glamour que genera una crítica negativa contra la marca por llevarse a su terreno tales acciones tan necesarias y quitarlas todo el valor.

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