Paris Hilton en Londres promocionando su perfume

La petarda entre las petardas (sí, no hay quien la supere), la pija entre las pijas, vuelve de nuevo a presentar algo relacionado con su nombre. En esta ocasión es un perfume, y Londres ha sido el lugar elegido para presentarlo, concretamente en los almacenes Selfridges. Los motivos de la elección de la capital inglesa los desconozco, pero es raro que se haya desplazado desde su Estados Unidos natal a Londres para presentar el perfume; todavía si fuese París... Quizás sea el revuelo causado por la premiere de Sexo en Nueva York, pero sólo son especulaciones. Can Can es su nombre, inspirado en las bailarinas del Moulin Rouge (más a mí favor para haberse presentado en la ciudad de la moda...).

Los anuncios de este perfume llegaron ya a finales del año pasado, pero quizás no hayan sido suficientes para vender una fragancia que por sí sola quizás no tenga el gancho de otras tan prestigiosas como Chanel o Dior. Si alguien va a una tienda lo más normal es que prefiera otra colonia antes que la de Paris Hilton, aunque gustos hay muchos y muy variados.

A la multimillonaria estadounidense yo, particularmente, no la he soportado desde hace mucho tiempo. No me gusta como viste, como actúa y menos aún lo que hace. Vamos, no es mi favorita del famoseo actual. Hoy mejor comentamos como noticia su presentación londinense y ya mañana nos centramos en el perfume, con el spot que ha lanzado y más información de la fragancia.

Si el vestido se lo viese puesto a otra famosa con más clase quizás me gustaría, pero no es así. Paris Hilton se viste de Marc by Marc Jacobs y no lo luce, su cuerpo cada vez se ve más flaco, característica que no realza la belleza, sino que la empeora. Además, ¿el excesivo tocado era necesario para una simple presentación de una fragancia? Creo que cuando se vive en su mundo da igual presentar un perfume que ir a un evento elegante. Las similitudes con el de Sarah Jessica Parker están presentes, aunque a mí los dos no me acaban de convencer. El conjunto se remata con un anillo digno de admiración, un culmen que sólo podía completar Paris Hilton, ya que el estilo o se tiene, o por mucho dinero del que se disponga, nunca se consigue.

Vía | Fashionisima 1.0

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