Uterqüe: un paseo por la tienda de la nueva cadena del grupo Inditex

Como trabajo de campo ayer me propuse analizar en detalle una de las tiendas de la nueva cadena del grupo Inditex, vamos, del señor Amancio Oterga, ese personaje poco dado a apariciones públicas que nos hace las vida má fácil y alegre, Uterqüe. La cosa empezó mal porque es tan oscura por fuera que no la veía desde la misma esquina de la calle, no sé si lo hacen para despistar, para hacerse los interesantes, porque el plafón negro es más barato o porqué las tiendas de verdad, suelen ser más bien tirando a lúgubres.

Una vez dí con ella, casi me dio apuro entrar; acostumbrada a la jauría humana que asalta Zara cada 0,2 segundos, ver un espacio tirando a diáfano y con más pinta de Dolce & Gabbana (muebles lacados, aunque con algo más de polvo de la cuenta) que de tienda de complementos a precios razonables, pensaba que estaba en el sitio equivocado; pero no, estaba en Uterqüe.

La primera impresión es buena, al menos agradable, lo que llama la atención ipso facto son los zapatos, por lo menos a moi, bastantes, pero bien repartidos colocados encima de las mesas sobre mini caballetes, con taconazos inverosímiles, pero que parecen Jimmy Choo's más que limited edition (aunque había una chica reclamando a una dependienta que se le habían roto el primer día...).

Eso sí, al instante te das cuenta de que estás en una especie de Bimba & Lola pero en grande, mismo concepto, es decir, mucho complemento, demasiada bisutería y algo de ropa, y misma disposición, los bolsos, de mírame y no me toques, en estanterías, la mayoría de difícil acceso, menos los de la colección fiesta; lo demás, a mano, aunque sin dar lugar a desorden, igualito a los corners de Carolina Herrera, o Purificación García en los grandes almacenes.

Lo bueno es que te da la sensación de que estás en una tienda de "mucho mejor pelaje" sin el consiguiente agobio de las dependientas o las miradas de desconcierto si tienes demasiada pinta de teenager,

Los precios son en general algo más elevados que la colección Collection de Zara, pero las piezas son mucho más limitadas, juegan con esa baza, ésa es su filosofía, lo mismo que la tienda análoga que ya he nombrado antes. Precios asequibles y pocas prendas para un target alérgico a masificaciones y al que, o bien no le llega para comprar en Valentino, y lo hace en Marella, o puede, pero alterna.

La tienda es para todos los públicos si lo que te va es el estilo clásico, porque está enfocado a un público que yo situaría a partir de los 25; por cierto, tienen un vestido estupendo igualito al vestido chándal de YSL que las celebrities no se han quitado en todo el invierno, y por tan sólo 45 euros.

Si es que de casta le viene al galgo...

Fotos y sitio oficial | uterqüe

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