No es la primera vez, ni será la última. Desde YSL hasta Josep Font, el fenómeno de vivir en la moda sin vivir en ella se está haciendo tan habitual que estremece (con el permiso de santa Teresa de Ávila para hacer mía su oración). Porque que cuando crías malvas un tal Káiser te suceda y lleve tu nombre, Coco, a la estratosfera es deseable. Pero que tu nombre te lo birlen y lo usen otros, no pudiendo utilizarlo tú mismo, es espeluznante.
Sea como fuere aquí está la nueva campaña Primavera-Verano 2012 de la firma Galliano, una mezcla entre magnate del petróleo tejano y su mujer con poco gusto se van a Las Vegas y Hawai Bombay es un paraíso.
Más de lo mismo pero encima con escaso gusto. La ropa, nada destacable, se pierde entre los sombreros de cowboy, las poses de buscona y los coches en plan ruta 66 pero cutre. Pero si hay que destacar el mal gusto de una cosa en particular es sin duda los estilismos del caballerete, fíjense ustedes porque es para no perdérselo, una mezcla entre protagonista de Dallas con cowboy de medianoche y Benny Hill de turismo en Benidorm. Ver para creer.
Esperaremos acontecimientos pero visto lo visto quien le escribe le augura, y hasta desea, un futuro muy poco prometedor.
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